Adiós a las máquinas de escribir
Aunque es considerada una tecnología obsoleta, las máquinas de escribir son todavía muy apreciadas por los nostálgicos. Ahora la única compañía que todavía las fabricaba en Gran Bretaña, Manufacturer Brother, donará la última a un museo científico.
21 noviembre, 2012
William Faulkner, Sylvia Plath y Ernest Hemingway tienen dos cosas en común. La primera es que fueron contemporáneos; la segunda, que todos ellos crearon grandes obras literarias no en manuscrito, como se hacía antaño, sino en máquinas de escribir.
Así lo anunció el fabricante Manufacturer Brother. Después de crear 5,9 millones de máquinas de escribir desde 1985, donó la última al museo de la Ciencia de Londres.
Claramente la compañía decidió finalizar la producción en esa fábrica por una baja considerable en la demanda. Las máquinas de escribir fueron reemplazadas por los procesadores de texto primero, y por las computadoras personales después. Sin embargo, la planta seguirá abierta para fabricar cartuchos para impresoras y ofrecer otros productos de oficina.