<p>El nuevo hábito de la gente de fotografiar un buen plato de comida ha llegado para quedarse. Tiene, además, sus antecedentes en la pintura del pasado. Edouard Manet, Francisco Goya y Vincent Van Gogh son algunos de los muchos pintores que pintaron alimentos en sus cuadros.<br />
<br />
La comida, con su atractiva combinación de colores, es un excelente tema para una fotografía. Además de que forma parte de nuestra herencia cultural y define nuestros gustos, la comida ha servido siempre para unir a las personas. <br />
<br />
A la fascinación que nos provoca la visión de un buen plato se une ahora la tecnología moderna con sus teléfonos dotados de cámara fotográfica que permiten captar la imagen de un plato colocado sobre la mesa, justo antes de ser degustado. Los teléfonos con cámara significan que podemos capturar momentos de nuestra vida más vívidamente que nunca. Y para cualquier amante de la comida, una buena mesa es ese momento. Pero por sobre todas las cosas, a la gente le gusta fotografiar comida. <br />
<br />
Se está acumulando en la web una increíble cantidad de fotos de alimentos. Precisamente en estos días Instagram, una aplicación para sacar fotografías con todos los chiches y el máximo de facilidad acaba de ser comprada por <a href="http://www.mercado.com.ar/nota.php?id=371944">Facebook</a>, Entre las preguntas que comienzan a acosar a los expertos está la de cómo aprovechar toda esa colección de fotos. ¿Servirá para inspirar a la gente a cocinar o a comer? También podría ocurrir que termine convirtiendo la comida en fetiche y “commoditice” una actividad que pertenece a la cultura masiva.</p>
A la gente le gusta fotografiar lo que come
Desde que los teléfonos celulares incorporaron cámara fotográfica, mucha gente decidió que podía inmortalizar los mejores momentos de la vida y hasta los más trágicos. Entre los primeros figura, para los amantes de la buena mesa, la fotografía de un hermoso plato de comida.