1. Averiguar por qué estamos bajoneados Algunas de las cosas que podrían explicarlo:
• Saber que tenemos que hacer algo que no nos gusta. Pateamos para adelante cosas desagradables porque no nos gusta realizarlas.
• Estamos cansados. Hemos estado comiendo mal, durmiendo poco, haciendo poco o nada de ejercicio, estamos saliendo de una enfermedad y nos sentimos débiles.
• Nos falta confianza. Tenemos miedo de salir de nuestra zona de confort y hacer algo.
• Estamos en el medio de un proyecto. Pasó el entusiasmo inicial y el final se ve lejano. Estamos en la peor parte: el medio.
2. Cuando tememos hacer algo, tenemos que encontrar la forma de que sea IMPOSIBLE no hacerlo.
Por ejemplo, si sabemos que tenemos que hacer ejercicio a la mañana, dejar la ropa lista en la silla junto a la cama para que sea la primera cosa que vemos al despertar. O llamar a un amigo y hacer plan para encontrarse e ir al gimnasio a la mañana. Tener un compañero para hacer eso es lo mejor para no abandonar.
3. Cuando estamos cansados, cuidar el cuerpo.
Hay días en que necesitamos descansar. Otros días necesitamos hacer ejercicio. , y otros días tal vez lo que haga falta de dejar un rato el escritorio y salir a tomar un poco de aire fresco. Piensa en cómo fueron tus hábitos recientemente. ¿Has estado durmiendo lo suficiente? ¿Has estado comiendo bien? ¿Bebiendo demasiado tal vez ¿Has tenido alguna enfermedad? Pensá en cómo has estado tratando a tu cuerpo. Ocuparse del cuerpo ayuda a salir del bajón.
4. Cuando te falta confianza, pensá en por qué estás dudando de tus capacidades.
¿Te invaden los pensamientos negativos? ¿Has escuchado algún comentario recientemente o ha ocurrido algo en tu vida que se está preocupando? ¿Te estás comparando con otros? Cuando luchas contra los pensamientos negativos, hazte algún regalo, o haz algo divertido para recuperar la alegría.
5. Cuando estás en la mitad del camino, persevera.
Los principios de cualquier proyecto largo siempre son motivadores. Es muy fácil estar motivado al principio. También es fácil la motivación cuando el final se ve cerca. La parte difícil es el medio: en el medio ya no está el entusiasmo inicial pero todavía estamos lejos de la meta. Es entonces cuando nos damos cuenta de cuánto esfuerzo y tiempo hay que poner para completar la tarea. Uno se siente frustrado y se encuentra ante la dificultad de tener que salir de la zona de confort. Es en ese momento cuando hay que pensar “por qué”. Cuáles son las razones personales, significativas y fuertes por las que queríamos lograr esa meta. Muchas veces recordar ese “por qué” nos da la fuerza necesaria para seguir adelante.
6. Recuerda que el bajón no dura para siempre y tomá medidas para salir de allí lo antes posible.
Comenzá avanzando con pequeños pasitos. Recordá que la perseverancia es muy importante para no caer en el fracaso. El éxito es una fase difícil con muchos baches, y piedras y curvas en el camino. No es la línea recta que muchos imaginan. Recordá que ir hacia delante cuando uno no está motivado ayuda a librarse de temores, a salir de la zona de confort y a ganar las batallas mentales que libramos dentro de nosotros. Cada paso que damos en tiempos difíciles nos sentimos más confiados y capaces, y nos da el impulso que necesitamos para salir del pozo. Cada vez que nos dispongamos a lograr algo en la vida, nos enfrentaremos con resistencia. Esa resistencia no puede dejar desmotivados y provocarnos caer en un pozo. Pero si hacemos frente a esa resistencia actuando para salir de la depresión, a la larga vamos a triunfar. Cuando te das cuenta de que es posible motivarse en los días malos estás aprendiendo para el futuro cómo superar tiempos difíciles.