Por Carina Martínez
Como punto de partida, podemos decir que la gran mayoría (nueve de cada 10) de los entrevistados representantes de las bases de suscriptores de Mercado trabaja en la misma ciudad en que vive. Más de la mitad, 57%, utiliza su vehículo particular para viajar desde su casa a su lugar de trabajo o estudio, mientras que el resto se reparte 19% en colectivo, 7% en subte (que solo opera en Ciudad de Buenos Aires), 5% a pie, 3% en tren, solo 2% en taxi y un bajo 1% en bicicleta. ¿El tiempo que le toma llegar al trabajo les resulta adecuado? Sí a 54% de los entrevistados, pero con grandes diferencias entre los habitantes de las distintas urbes. Entre los porteños, 57% considera que el tiempo empleado para tal fin es demasiado.
Seguridad, salud y educación: lo más relevante
Para los citadinos consultados, el atributo más importante a la hora de elegir la ciudad donde vivir y trabajar es la seguridad ?”vivir sin temor a ser víctima de un delito”? que suma 91% de habitantes que lo consideran “muy importante”; y más aún en el caso de los entrevistados de Rosario, donde este porcentaje asciende a 99%.
A la par se coloca el acceso a la salud (90%) y también la calidad educativa (88%), factor muy valorado particularmente por los entrevistados de Córdoba (94%).
Ofrecer buenas posibilidades de trabajo es un atributo fundamental para 87% de la muestra, sobre todo para los mendocinos (95%). Y la calidad de los servicios públicos es muy relevante para 84% de los entrevistados, con picos entre los habitantes de Mendoza (91%) y Córdoba (88%). En tanto, la limpieza e higiene urbana es primordial para ocho de cada 10 consultados (82%).
Que el hábitat cuente con parques y áreas verdes resulta tan relevante como el buen acceso a las universidades (ambos con 80% de consultados que los consideran muy importantes), aunque los cordobeses, nuevamente, valoran más aún este atributo educativo: 87%.
La existencia de una red de transporte público, en cambio, es fundamental para los habitantes de Ciudad de Buenos Aires (81%) y algo menos para el resto de los entrevistados, que en promedio suman 73%.
Los ciudadanos, sus pares, es un atributo valorado de manera dispar entre los representantes de las distintas urbes. Si bien, en promedio, 67% lo considera “muy importante” a la hora de elegir el lugar donde vivir y trabajar, los mendocinos lo ponderan más aún (91% lo evalúa como “muy importante”) en tanto que los habitantes de Buenos Aires (CABA, Conurbano Bonaerense e interior de la provincia de Buenos Aires) son quienes le dan una relevancia menor (65%).
La oferta de actividades culturales es un factor fundamental para 66% de la muestra, con pico de 82% para los mendocinos; en tanto que la existencia de lugares para hacer deportes es muy valorado por seis de cada 10 entrevistados (58%), aunque algo menos por los porteños (52%).
Un atributo natural, como es el clima, es muy relevante para 55% de la muestra, y los mendocinos son quienes otorgan más importancia a este factor (73%). En cambio, es relativamente menos valorado por los habitantes del interior de la provincia de Buenos Aires (46%) y de CABA (51%).
El factor menos ponderado por los entrevistados es la cantidad de habitantes, que en promedio es “muy importante” para 44% de la muestra y “bastante” para otro 44%. Entre quienes lo consideran muy importante, se destacan los mendocinos (64%) y los habitantes de Conurbano Bonaerense (60%), mientras que los cordobeses son quienes le otorgan una relevancia menor (39%).
Los temas pendientes
Los mismos atributos medidos por importancia analizados ahora por grado de satisfacción toman, en algunos casos, un orden casi opuesto. Esto significa que sobre aquellos factores considerados fundamentales a la hora de elegir el lugar para vivir o trabajar, una buena parte de los entrevistados no está conforme.
En este sentido, la variable más valorada por los citadinos, la seguridad (“vivir sin temor a ser víctima del delito”), ocupa el último lugar en cuanto a nivel de satisfacción: solo uno de cada 10 está “muy satisfecho” (12%) y cuatro de cada 10 dicen estar “nada satisfechos” (41%). Los menos conformes con la seguridad de su ciudad son los rosarinos, donde 62% dice estar muy insatisfecho y, en oposición, los mendocinos son los más conformes, con 36% de insatisfechos.
Esta disconformidad condice, además, con la baja aceptación que los habitantes urbanos tienen respecto de las fuerzas de seguridad que protegen su ciudad. Consultados sobre el grado de confianza que estas le merecen, solo 3% dice confiar mucho en ellas, mientras que la mayoría asegura que confía poco (46%) o nada (19%). Los rosarinos son los menos confiados en sus fuerzas de seguridad, con 34% que dice no tenerles nada de confianza.
El descontento respecto de la falta de seguridad y la desconfianza en las fuerzas públicas que protegen a los ciudadanos se compara también con los hechos reales de experiencias vividas por los entrevistados: la mitad afirma haber sido víctima de un hecho de inseguridad en los últimos 12 meses, ya sea en forma directa o de algún miembro de su familia. Concomitantemente, en el caso de los rosarinos, un alto 65% sostiene esta afirmación.
La calidad de los servicios públicos, el quinto ítem en cuanto a importancia para los entrevistados, es el anteúltimo de la tabla de satisfacción, con solo 14% de “muy satisfechos”, 46% de “bastante satisfechos” y 19% de “insatisfechos”. En cuanto a este factor, Conurbano Bonaerense (25% de “muy satisfechos”) y Mendoza (23%) son los que están más conformes, y los cordobeses los menos, con 30% de disconformes.
Si bien similares porcentajes promedio de satisfacción recibe el indicador “limpieza e higiene urbana”, con 14% de “muy satisfecho” y 21% de “nada satisfecho”, los mendocinos se diferencian notoriamente de los demás habitantes, con 45% “muy” y 41% “bastante” conformes con la limpieza de su ciudad.
En cuanto a la red de transporte público, son los cordobeses quienes menos contentos están con lo que ofrece su ciudad: 37% dice estar “nada” y 25% “poco satisfecho”. En promedio, dos de cada 10 entrevistados afirma estar “muy” conforme con la red de transporte y otro tanto “nada” conforme.
Respecto de sus pares citadinos, solo dos de cada 10 entrevistados dice estar muy satisfecho con los ciudadanos con quienes comparte la vida de la urbe y 54% lo está “bastante”. Los menos contentos con sus conciudadanos son los porteños, con solo 13% de “muy satisfecho” y 36% de “poco” y “nada satisfecho”.
Emparentado con este tema, casi seis de cada 10 entrevistados (56%) consideran que la gente que vive en su ciudad es solidaria, número que se eleva a 65% entre quienes viven en Rosario y baja a 44% entre los porteños. Y respecto de la inserción de los residentes extranjeros, 65% considera que estos han logrado integrarse adecuadamente en la sociedad.
Por su parte, 34% de los consultados dice estar conforme con la cantidad de habitantes de su ciudad y solo tres de cada 10 lo está respecto de las posibilidades de trabajo. Sobre esta última variable, fundamental a la hora de elegir una ciudad donde vivir, Mendoza (18%) y el interior de la provincia de Buenos Aires (19%) presentan los porcentajes más bajos de insatisfacción.
Con más satisfacción
El atributo que despierta mayor grado de satisfacción entre los habitantes es acceso a universidades, con seis de cada 10 entrevistados muy satisfechos y solo 5% nada satisfecho. Aquí se destacan Rosario (76%), Córdoba (71%) y Mendoza (73%) como los más conformes con este servicio y los entrevistados de Conurbano Bonaerense como los menos conformes (38%).
Otro factor destacado es actividades culturales, con cinco de cada 10 entrevistados que están muy conformes y solo 6% muy disconforme con la oferta de su ciudad. CABA y Rosario suman el mayor número de “muy satisfecho”, con 62 y 60%, respectivamente.
La mitad de los entrevistados dice estar muy conforme con el clima que ofrece el lugar donde vive. En tanto, 44% lo está con los lugares para hacer deportes que existen en su ciudad, con un alto grado de aceptación de los mendocinos (68%) y un relativamente bajo 36% de los habitantes porteños.
La disponibilidad de espacios verdes reúne en promedio 42% de respondentes muy satisfechos y sobre el acceso a la salud, una de las variables a las cuales los entrevistados otorgaron mayor importancia, cuatro de cada 10 habitantes (39%) aseguran estar muy conformes ?solo uno de 10 está nada conforme?. Respecto de este factor, los rosarinos parecen ser quienes están más contentos con el servicio que brinda su ciudad, con 60% de “muy satisfecho”, contra 38% de quienes viven en CABA.
También la calidad educativa, la tercera variable en importancia para los habitantes citadinos, presenta ciertas disparidades entre los habitantes de las distintas urbes. Con 37% promedio de “muy satisfecho”, y 8% de “nada satisfecho”, los porteños son los menos conformes con el servicio (31% muy satisfechos y 27% poco y nada satisfechos).
Malestares cotidianos
Mucho queda por hacer para satisfacer a los citadinos y algunos de los más usuales quedan reflejados claramente en esta investigación: 76% se muestra insatisfecho con el estado de las calles y veredas, 71% cree que es difícil realizar un reclamo por falta o problemas en servicios públicos y 86% considera casi imposible el acceso a una vivienda propia. El caso de Córdoba es destacable en este sentido: allí el porcentaje de los descontentos respecto del estado de las veredas asciende a 92% y respecto de la dificultad de hacer un reclamo a 83%. También los porteños y los habitantes de Conurbano Bonaerense se muestran más contrariados a la hora de tener que reclamar, con 75% y 73% de negatividad, respectivamente.
Contrariamente, los mendocinos son quienes están más conformes con la condición en que se encuentran sus calles y veredas (41%), tal como sucede con la higiene urbana, donde este grupo de entrevistados se muestra más satisfecho con el estado de ciudad.
Como es de esperar, son los porteños quienes consideran que el ruido es uno de los grandes problemas de su ciudad (70%), que contrasta con el 46% de Córdoba, 43% de Rosario y los relativamente bajos 35% del interior de la provincia de Buenos Aires, 32% de Mendoza, 30% de Conurbano Bonaerense.
Un amor incondicional
A pesar de que los ciudadanos entrevistados han expresado niveles destacables de insatisfacción en cuanto a los servicios ofrecidos, como la seguridad, la higiene urbana o la calidad de los servicios públicos, a la hora de definir la ciudad donde viven o trabajan priman las valoraciones positivas.
En respuesta espontánea, algunas de las palabras utilizadas para calificar a su ciudad se asocian a atributos como “diversidad”, “interesante”, “acogedora”, “bella”. Por supuesto ?y aunque en menor proporción? también recibieron calificaciones negativas, como “dejada-sucia” o “caos”, con diferencias destacables entre las distintas ciudades.
¿Cuál es la ciudad de Sudamérica preferida para vivir o trabajar? La capital del país vecino: Montevideo (24%). Y segunda, la mismísima Buenos Aires (19%). Tercera, con 12%, fue elegida la capital transcordillerana, Santiago de Chile.
A pesar los reclamos y críticas expresadas por los citadinos, la mayoría (64%), reconoce estar satisfecho con la ciudad en que vive. Los menos conformes, en general, son los porteños (57%), mientras que los rosarinos (75%) son los que se encuentran más a gusto en su ciudad.
Ficha técnica
Ãrea de investigación: AMBA (Ciudad de Buenos Aires y Conurbano Bonaerense), Córdoba, Rosario, Mendoza y otras grandes ciudades.
Fecha de realización del campo: del 16 de junio al 6 de julio de 2015.
Universo: suscriptores de la revista Mercado, mayores de 18 años, que residen en las ciudades relevadas.
Tipo de muestreo: encuesta online.
Muestra: 842 casos efectivos.
38% vive en CABA,
23% en Córdoba
8% en Rosario,
5% en Conurbano Bonaerense,
4% en Provincia de Buenos Aires,
3% Mendoza.
63%2 % son hombres y 57,8% de 45 años o más.
Margen de error: +/? 3,3% con 95% de confianza para los totales generales.
Nota: Para clasificar el nivel de importancia de cada atributo, los encuestados respondieron a la siguiente pregunta ¿Qué tan importante son los siguientes atributos de una ciudad para que usted decida vivir y trabajar en ella en una escala del 0 al 10, donde 0 es nada importante y 10 totalmente importante?
Lo mismo, al momento de medir el grado de satisfacción ¿Cuán satisfecho está con los siguientes aspectos de su ciudad en una escala del 0 al 10, donde 0 es nada satisfecho y 10 totalmente satisfecho?
Visión femenina, visión masculina
Considerando las respuestas obtenidas en función del género de los respondentes, surgen algunas conclusiones interesantes para observar.
? A la hora de elegir la ciudad donde vivir y trabajar, ellas valoran bastante más que ellos la existencia de una red de transporte público (81% contra 68% de “muy importante”), el acceso a la salud (93% contra 89%), la oferta de actividades culturales (72% contra 62%), el acceso a universidades (83% contra 78%), la existencia de lugares verdes (84% contra 78%), las posibilidades de trabajo (95% contra 83%) y la limpieza urbana (86% contra 80%).
? Ellos, en cambio, valoran más que ellas la oferta de lugares para hacer deportes (60% contra 54%).
En cuanto a los niveles de satisfacción, se encuentra también diferencias.
? Ellas están más satisfechas que ellos respecto de la red de transporte ofrecida por su ciudad (23% contra 17% de “muy satisfecho”), de las actividades culturales (54% contra 47%), el acceso a universidades (65% contra 75%) y de los lugares para hacer deportes (46% contra 42%). Y más insatisfechas que ellos en cuanto a la higiene urbana (25% contra 18%), atributo considerablemente más valorado por las mujeres que por los hombres.
? Ellos, por su parte, están más satisfechos que ellas respecto de la seguridad (14% contra 9% de “muy satisfecho”), del acceso a la salud (41% contra 36%) y del estado de las veredas y calles (23% contra 16%).
A su vez, mientras que entre los hombres la ciudad sudamericana preferida para vivir o trabajar es Montevideo (27% de los hombres, contra 19% de las mujeres), entre las mujeres la que recibe más menciones es Buenos Aires, con 18%.
Respecto de la movilidad, son los hombres los que utilizan más el auto particular para ir al lugar de trabajo (65% contra 43%) y las mujeres se trasladan más que ellos en el transporte público, principalmente en colectivo (31% contra 12%). Mientras que los varones consideran en su mayoría (59%) que es adecuado el tiempo que les insume llegar a su lugar de trabajo o estudio, la mitad de las mujeres cree que no lo es.
En cuanto a algunas percepciones generales, las mujeres, más que los varones, consideran a sus conciudadanos como solidarios (59% contra 54%), y son más críticas respectos de la facilidad para hacer un reclamo en la ciudad (18% de las mujeres contra 26% de los hombres aseguran que es sencillo).
Más exigentes las mujeres, más conformes los varones, son ellos quienes dicen estar más satisfechos con la ciudad en la que viven: 67% contra 59%.
Miradas por edad
De acuerdo a las preguntas de clasificación, la muestra obtenida se ha dividido en dos rangos etarios: aquellos de entre 18 y 44 años y aquellos de 45 o más años.
Si bien, en términos generales, se percibe bastante homogeneidad en las respuestas obtenidas por edades, existen algunas diferencias interesantes para tener en cuenta.
A grandes rasgos, los adultos de 45 o más años polarizan en algunos casos sus respuestas, otorgándoles más peso a la opción “muy importante”, y los más jóvenes balancean entre “muy importante” y “bastante importante”.
Los de 45 o más años le dan notoriamente más importancia a las actividades culturales (73% lo considera “muy importante”, contra 55% de los más jóvenes), la cantidad de habitantes (49% contra 36%), a la calidad de los servicios públicos (88% contra 79%), a la existencia de áreas verdes (83% contra 76%), a la red de transporte público (76% contra 68%) y a la higiene urbana (85% contra 78%).
Los más jóvenes, en cambio, valoran en mayor medida las buenas posibilidades de conseguir trabajo (90% lo considera muy importante, contra 85% de los de 45 o más).
En cuanto a satisfacción, hay brechas destacables en algunos de los puntos claves. Los entrevistados de 45 o más años están más conformes con la calidad de los servicios públicos (17% contra 10%), la red de transporte público (22% contra 15%) y las actividades culturales que ofrece su ciudad (53% contra 44%), mientras que los más jóvenes están más satisfechos con el clima (52% contra 44%) y con las áreas verdes (44% contra 40%).
Por último, los jóvenes, además, son algo más optimistas respecto de la posibilidad de comprar una vivienda (61% contra 69% que dice que es difícil) y menos optimistas respecto de la facilidad para hacer un reclamo (46% lo considera “fácil”, contra 52% de los de 45 o más).
Nuestras ciudades y nuestros desafíos
Por Florencia Rodríguez (*)
Los resultados obtenidos mediante esta investigación exclusiva, realizada conjuntamente entre Mercado e Isonomía, muestran algunos resultados sumamente interesantes, que se condicen con los estudios generales que normalmente se realizan a la opinión pública general en nuestro país.
A la luz de este sondeo, encontramos que los encuestados consideran que los elementos más importantes a la hora de elegir una ciudad para vivir y trabajar son, entre otros, los relacionados a la seguridad, el funcionamiento de los servicios públicos y la higiene urbana. Estas preferencias no hacen más que hablar el inalienable derecho a la vida y a un ambiente saludable, que cada ciudadano debería tener garantizado. Paradójicamente, estos tres ejes son los peor rankeados en términos de aprobación general, independientemente de la ciudad que se evalúe.
Esto sugiere que existe cierta disconformidad en las ciudades argentinas respecto de la provisión de algunos de los servicios más básicos que son obligación del Estado. Es este un elemento que debe ser tenido en consideración, sobre todo en un momento de intenso debate político como el actual. Sin entrar en la discusión de un mayor o menor Estado, es unánime la necesidad de un mejor Estado.
En este sentido, 86% de los encuestados, casi sin diferencias de orden geográfico, coinciden en que no es accesible la posibilidad de comprar una vivienda. Valores similares suelen encontrarse en las encuestas a la opinión pública general. Aquí radica una de las grandes deudas de nuestra no tan joven democracia, demostrando que la desregulación del mercado de suelo urbano y el restringido acceso al crédito hipotecario han vuelto remota la posibilidad de acceder a una vivienda para vastos sectores de la población. El resultado de esta tendencia es una ciudad dual, con un mercado inmobiliario casi exclusivamente orientado hacia sectores de alto poder adquisitivo y una ciudad informal en constante crecimiento.
Ocurre algo similar al analizar la facilidad o dificultad de realizar un reclamo en su ciudad respecto a algún servicio público. A escala general, 71% de los encuestados señala que es difícil de realizar, con picos de negatividad en Córdoba (83%), Ciudad de Buenos Aires (75%) y Conurbano Bonaerense (73%). La posibilidad existente de mejora en estos ejes es infinita con el desarrollo y potencialidad de las nuevas tecnologías para avanzar hacia ciudades más eficientes e inteligentes.
Algunos datos que pueden llamar la atención se refieren sobre todo a la comparación de Ciudad de Buenos Aires con el resto de las ciudades relevadas. En la misma se encuentran menores niveles de percepción de solidaridad interpersonal, mayores niveles de inseguridad y mayor disconformidad con los tiempos de viaje. Respecto de este último punto, si bien el tamaño de la ciudad impone mayores desplazamientos y por tanto genera más descontento por parte de los ciudadanos porteños, la movilidad urbana no deja de ser un problema de todas las ciudades medianas y grandes del país.
La investigación también señala que 57% de los encuestados utiliza para movilizarse el automóvil particular. Si bien los usuarios de transporte privado están sobrerrepresentados respecto del reparto modal en nuestro país, cabe destacar que este genera mayores emisiones de CO2 y una ocupación ineficiente de la superficie de circulación, por lo cual la inversión vial siempre resultará insuficiente. La sustentabilidad de una ciudad depende fuertemente de la calidad de su transporte público (trenes, subtes y colectivos) y la priorización de los modos no motorizados (caminata y bicicleta).
Por otro lado, aparece una distancia interesante para analizar entre los niveles de alta complacencia con los aspectos puntuales medidos de la ciudad (con la excepción del acceso a las universidades, todos poseen menos de 50% de satisfacción alta) con el agrado de vivir en la ciudad elegida (64% de satisfacción). Existen por tanto cuestiones de tipo identitarias que acercan simbólicamente a los encuestados a la ciudad en la que habitan. Así, encontramos que solo 30% asocia a su ciudad con elementos negativos como suciedad, caos, inseguridad o sobrepoblación. En efecto, 56% la asocia con cualidades positivas como “diversa”, “interesante”, “cómoda” o “bella”.
En conclusión, los entrevistados quieren el lugar en el que viven, y esto posee un valor trascendental ya que ninguna mejora en las ciudades modernas puede ser lograda sin una participación ciudadana activa. Cualquier intento futuro de fomentar el desarrollo local y optimizar el rol del Estado en las ciudades tendrá entonces una base firme, ya que estará precedido por una identidad positiva de la ciudad para su gente.
* Florencia Rodríguez es consultora asociada, Departamento Ciudades, de Isonomía Consultores.
