Teoría y estrategia de los protagonistas (3)

spot_img


San Miguel
Más que un buen negocio

Federico Böttcher Sorondo, gerente de Comunicación Corporativa y RSE

La RSE está evolucionando desde un modelo más bien filantrópico, con acciones aisladas y cierto tinte asistencialista, hacia un modelo de impacto y desarrollo sostenible, con un mayor foco en el mediano y largo plazo. De este modo, la sustentabilidad se está convirtiendo a grandes pasos en un eje realmente transversal para la gestión de las compañías, que están redefiniendo su rol social en la medida en que entienden que para mantenerse saludables deben transformar su manera de ver y hacer las cosas. La sustentabilidad, en este sentido, es mucho más que un buen negocio: es un compromiso ineludible para cualquier compañía que quiera ser exitosa en un futuro cercano.

–¿Cuáles son los cambios más notorios que, según su opinión, se han observado en materia de RSE y sustentabilidad en los últimos años? Si tuviera que identificar los ejes principales que definen una gestión sustentable ¿cuáles serían?
–Los nuevos desafíos demandan de un esfuerzo articulado entre todos los protagonistas del escenario global, y los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas constituyen la guía primordial para orientar y potenciar los esfuerzos de todos los actores sociales de cara a una profunda transformación. Proteger la biodiversidad, fomentar la educación de calidad, contribuir al hambre cero, empoderar a las mujeres rurales, difundir la agricultura sostenible y ser protagonistas del desarrollo económico son algunos de los principales compromisos que San Miguel decidió asumir desde su propia gestión, buscando siempre desarrollar las capacidades propias de las personas en las comunidades en las que opera.

–Desafíos como minimizar el impacto sobre el medio ambiente y el cambio climático requieren de un trabajo mancomunado entre distintos actores de la sociedad. ¿Considera que las compañías han avanzado en la creación de redes y alianzas con otras empresas –incluso competidoras–, con el sector público, las organizaciones sociales y la sociedad en general, de manera de lograr resultados más efectivos? ¿Conoce algún ejemplo para citar?
–La actividad citrícola tiene una larga tradición de colaboración y es el motor central de sus economías regionales, máxime en el caso particular del limón, en el que Argentina ocupa un rol de liderazgo. La sustentabilidad de la actividad no puede ser consecuencia sino del trabajo conjunto entre las empresas del sector, los organismos del Estado, las organizaciones sociales, los proveedores y productores, las cámaras sectoriales y las compañías que consumen cítricos en su cadena de valor. En ese camino estamos avanzando.

Banco Galicia
Financiamiento de impacto

Constanza Gorleri, gerenta de Sustentabilidad de Banco Galicia

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible a través de sus 17 Objetivos (ODS) y el Acuerdo de París sobre Cambio Climático marcan un rumbo claro sobre las necesidades más urgentes de nuestros tiempos.
Estas iniciativas convocan a los países a redirigir sus acciones hacia el uso sostenible de los recursos para lograr sociedades inclusivas, centradas en la dignidad de las personas, en las que nadie sea dejado atrás. La erradicación de la pobreza y del hambre son objetivos fundamentales, y se reconocen entre los principales desafíos que enfrenta el mundo hoy.
En este contexto, el sector financiero juega un rol fundamental hacia un desarrollo sustentable a largo plazo. Ya sea a través de los mercados de capitales o de la financiación directa, los bancos tienen una posición estratégica en el mundo económico para realizar las transformaciones necesarias en la economía y en las finanzas.
En Banco Galicia, lanzamos este año el primer Bono Verde del sector privado de Argentina para recaudar US$ 100 millones con el fin de expandir nuestro programa de préstamos para proyectos de eficiencia medioambiental. Buscamos financiar proyectos que promuevan una mejora en el ambiente, a través de iniciativas de energías renovables, eficiencia energética, construcción sostenible e incremento de eficiencia en el uso de agua. A través de la inclusión de esta línea entre nuestros productos logramos ofrecer a nuestros clientes un instrumento que les permita financiar distintos tipos de proyectos pero con un denominador común: combatir el cambio climático.
Pero el impacto social de las inversiones también es un eje estratégico, y aquí aparece el Bono de Impacto Social, un contrato público – privado que tiene como objetivo financiar de forma eficaz proyectos sociales de alto impacto a través de un contrato de pago por resultados. El BIS permite a la administración pública asociarse con inversionistas socialmente motivados y proveedores de servicios de alto rendimiento para desarrollar y financiar un programa enfocado en lograr este impacto social. Desde Banco Galicia estamos trabajando, junto con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y otras organizaciones, en la emisión del primer bono de estas características en Argentina.
Además venimos impulsando desde hace ya algunos años la línea de crédito de Mezzofinanzas a través de la que acompañamos emprendimientos y proyectos sustentables que generen alto impacto social y/o ambiental.
Estas líneas que hoy están disponibles para los inversionistas muestran, en los últimos tiempos, un gran avance en materia de financiamiento de impacto. Pero también son un compromiso que el sistema financiero en general y Banco Galicia en particular asume con la sociedad para el crecimiento económico y el desarrollo sustentable del país.

CCU
Productos con un plus

Juan Pablo Barrale, gerente de Asuntos Corporativos

La sustentabilidad y la RSE permiten integrar el propósito de triple impacto a la agenda estratégica que manejamos desde CCU para optimizar recursos, impulsar ventas, reducir riesgos, implementar innovación y cuidar nuestro planeta. Estimular la sustentabilidad como estrategia clave del negocio nos permite desarrollar mejores productos, con mejor rédito económico de una forma beneficiosa para la cadena productiva y el consumo, además de asegurar el éxito y nuestra permanencia en el tiempo.
Desde CCU, promovemos la tendencia creciente de los consumidores a elegir productos que aporten un plus para mejorar la calidad de vida, así como sucedió en nuestra última edición de Innpacta (concurso de ideas innovadoras para la industria cervecera), donde ambos proyectos ganadores buscaron renovar el empaque de cervezas con ideas sustentables.
El objetivo del concurso es estimular el emprendedurismo y la innovación en las comunidades: estudiantes y emprendedores en todas las ediciones han presentado proyectos interesantes y originales. Además, observamos que hay mucho talento en el interior del país para transformar la industria de bebidas y hacernos avanzar como empresa en el camino de la sustentabilidad.
Por otro lado, buscamos impulsar el consumo de lata como calibre y entendemos que, como opción sustentable a la hora de elegir cerveza, implica un impacto ambiental positivo en la cadena de valor.
En este sentido, la lata de aluminio, el envase más sostenible y el de mayor índice de reciclado en el mundo, es 100% reciclable y genera un 15% de ahorro de energía durante su enfriado, comparado con lo que demanda una botella. Reciclar latas genera un ahorro del 95%, que se utiliza para hacer una nueva y el 78% de nuestras latas se producen con aluminio reciclado. Además, el transporte de las mismas genera un 42% menos de emisiones de carbono por pesar menos y usar menos combustible.
En CCU buscamos impulsar un Plan De Sustentabilidad, alineado con nuestra casa matriz en Chile, que se basa en tres pilares fundamentales: Personas que nos mueven, Planeta por el que velamos y Marcas que nos inspiran. Dentro de las acciones que hacemos para cumplir estos objetivos, impulsamos el consumo responsable de nuestros productos, el reciclaje y reducir las emisiones de CO2, así como el uso de agua y aumentar su reutilización y promover la reducción y valorización de los residuos. Consideramos que la sustentabilidad es pensar a largo plazo, pero a la vez con planificación a corto plazo que impliquen acciones de concientización e impacto real progresivo con vistas a contribuir a los objetivos planteados para el 2020.

BGH
Nuevo modelo de negocios

Marcelo Girotti, CEO del grupo BGH y director ejecutivo de BGH Tech Partner

La sustentabilidad como modelo de negocio se ha vuelto una estrategia clave para el futuro de las empresas. Los cambios culturales y el impacto en medio ambiente obligan a las compañías a llevar adelante grandes transformaciones.
Con la premisa de reducir el impacto ambiental y poder adaptarse a las nuevas exigencias de la sociedad, las industrias han tenido que asumir este cambio cultural. Por aquello, en la estructura de cada compañía la sustentabilidad se impone como un modelo desde donde se desprenden los distintos negocios.
Para llevar adelante esta transformación, la sustentabilidad tiene que ser transversal a los objetivos de las compañías. No un proyecto aislado, sino parte de un todo.
En el grupo BGH decidimos enmarcar todas nuestras actividades dentro del Programa SumaRSE, que se asienta sobre tres pilares fundamentales: la innovación responsable en relación a su comunidad; la concientización sobre la importancia de cuidar la energía para vivir en un planeta mejor; y la utilización de la experiencia de los colaboradores de la empresa, que serán los comunicadores, para educar sobre la temática.
En suma, hay que refundar la visión de las empresas y su rol en las sociedades donde desempeñan su actividad. Se requiere un gran compromiso de todos los miembros que componen las organizaciones instaurando la sustentabilidad en toda la cadena de valor, con la colaboración de las empresas, los Gobiernos, las ONG y los consumidores.
Es un trabajo en conjunto, donde cada cual, desde su lugar, debe poner de manifiesto su rol en este cambio para hacer, enseñar y educar hacia una producción, un consumo y una forma de hacer negocios más sustentable.

Directv
Aportes en común

Andrés Barbero, director de RSE y Sus­ten­ta­bi­lidad para Latin America – Región Sur

Todavía falta mucho por hacer para lograr una transversalidad absoluta pero podemos decir que, tras una gran evolución social y cultural –sobre todo en los últimos tres años–, la RSE y la sustentabilidad hoy son más que factores complementarios del negocio.
Esto tiene que ver con varias razones pero sin dudas su influencia en la reputación corporativa ha aportado su peso. Los distintos grupos de stakeholders de una empresa – empleados, consumidores, socios, comunidad y Gobierno, entre otros– exigen transparencia, honestidad y respeto por el medio ambiente, como condiciones básicas y es por eso que uno de los valores de negocio más importantes que tiene una compañía es su reputación, que influye directamente en métricas como las ventas.
A partir de algunas nuevas mediciones, como las que realiza la compañía mediante Reputation Institute, hay elementos más concretos que pueden vincular el resultado de un buen trabajo en RSE y sustentabilidad con una mejor disposición a comprar nuestros productos y/o servicios y valorar a nuestra compañía.
Es destacable el compromiso de muchas áreas internas, por ejemplo: RR.HH. con iniciativas de inclusión; Operaciones, con prácticas de eficiencia energética o Compras, con la preferencia de proveedores inclusivos. Sin embargo, todavía falta que todas las partes del negocio se hagan realmente dueñas de la sustentabilidad, aunque comienzan a transitar ese camino y nos encontramos con buena predisposición.
Puertas para afuera, sabemos que desafíos tan grandes como minimizar el impacto sobre el medio ambiente y el cambio climático requieren de un trabajo mancomunado entre distintos actores de la sociedad. En lo que respecta a las redes de cooperación entre empresas, ONG y organismos públicos es destacable que no haya competencia. No importa quién llega primero o quién es mejor, sino que hay consciencia de que es necesario el aporte de todos para lograr un cambio significativo. Este espíritu es una de las cosas más lindas que tiene el trabajo para quienes estamos en áreas así.

PepsiCo
Acciones concretas

Diego Hekimian, gerente Senior de Asuntos Públicos, Ciudadanía Corporativa y Sustentabilidad

El mundo que nos toca vivir hoy está lleno de desafíos. Tenemos por delante la oportunidad de ser reales motores del cambio que necesita nuestro planeta para no extinguirse. Ahora bien, ¿es eso simple de realizar? ¿Contamos como sociedad con una base de conocimiento estándar que nos permita accionar todos en la misma línea? ¿Cuán permeables somos a realmente adaptar nuevos parámetros de consumo, cambios culturales, idiosincrasias, preceptos etc.?
El ser ciudadanos sociales en este mundo globalizado hace que empresas como PepsiCo se vean en la necesidad imperiosa de tener que elevar sus estándares globales. Materias de sujeto específico como embalajes, políticas de reciclado, uso de energías renovables o limpias, cuidado de los recursos naturales, trazabilidad de nuestra cadena de valor, políticas de derechos humanos, entre otras, son hoy una realidad absoluta en todas nuestras unidades de negocio alrededor del mundo. Trabajamos duramente en cumplir nuestras propias exigencias internas en pos de lograr un mejor mundo con metas de cumplimiento efectivo para los próximos 10 años.
En PepsiCo estamos firmemente convencidos de que el éxito de nuestra compañía está intrínsecamente vinculado a la sustentabilidad del mundo que nos rodea. Esta convicción es lo que definimos hace ya más de una década como “Desempeño con Propósito” (PwP, por sus siglas en inglés).
PwP es una visión que desde 2006 se encuentra en el núcleo de PepsiCo y atraviesa a toda la compañía. En PepsiCo la filosofía de PwP se trasmite en la forma en que realizamos negocios y cuidamos a nuestra comunidad en todos los países del mundo donde operamos.
Creemos que el mejorar los productos que vendemos, el operar responsablemente para proteger nuestro planeta y empoderar a las personas del mundo es lo que le permitirá a PepsiCo ser una compañía global exitosa que pueda crear valor a largo plazo para la sociedad y para nuestros accionistas.
Al mismo tiempo, es claro que los consumidores también han cambiado durante los últimos años, y nuestras metas de “Desempeño con Propósito” para 2025 están alineadas a estas tendencias.
• En lo que respecta a nuestros productos, estamos ampliando nuestro negocio hacia opciones de alimentos y bebidas más nutritivos. Reduciremos progresivamente los azúcares agregados, el sodio y las grasas saturadas para que sea más sencillo mantener una dieta saludable y que a las comunidades necesitadas les sea más fácil y económico conseguir alimentos nutritivos. En Argentina, por ejemplo, hemos sido activos partícipes en el programa de reducción progresiva del consumo de sodio. Luego ese compromiso se tradujo en una Ley Nacional vigente al respecto.
• En cuanto al planeta, estamos trabajando para que nuestro sistema de alimentos sea más sustentable a través de la clara expansión de nuestro impacto positivo en el agua, la extensión del abastecimiento sustentable, el uso de envases más inteligentes y la reducción de la huella de carbono, incluso mientras nuestro negocio sigue creciendo.
• En relación a las personas, nuestros negocios se esfuerzan para que las comunidades en las que impactamos sean más prósperas y el objetivo sea asegurarnos de que se respeten los derechos humanos de todas las personas en nuestro negocio, la cadena de valor y las comunidades. Nuestra Fundación PepsiCo ha logrado beneficiar con sus programas a más de 400.000 personas en la Argentina a lo largo de los últimos 12 años.

PwC
Un cambio de paradigma

Mariano Tomatis, socio de PwC Argentina, líder de RSE

La producción sustentable de bienes y servicios es imprescindible para dar una respuesta concreta e inmediata frente a las consecuencias evidentes del deterioro ambiental que enfrenta la humanidad. Es una tarea de todos cuidar nuestra “casa común” logrando una economía sustentable y en ese sentido, las empresas tienen un rol preponderante. El impacto es muy concreto y debe llevarnos a reflexionar sobre nuestro “metro cuadrado” de responsabilidad directa. Todos debemos lograr un cambio de paradigma para alcanzar una producción sustentable, una actividad económica más equitativa y un consumo más responsable.
Las empresas del sector energético tal vez sean quienes están a la vanguardia del trabajo en conjunto con organizaciones sociales, y la creación de redes y alianzas con el sector público y agentes de la sociedad, debido a las fuertes inversiones que vienen realizando en renovables, y se explica como parte del cambio de paradigma que mencionaba donde se modifica radicalmente la matriz de producción. Otros ejemplos que vale la pena destacar son el del sector agropecuario con la iniciativa global de RTRS (“Soja Responsable”) donde se reúnen productores, industria, comercio y sociedad civil, para crear un nuevo estándar de producción que sea ambientalmente correcta, socialmente justa y económicamente viable; y el de “Sistema B”, movimiento que propugna una nueva economía de triple impacto con la creación de una nueva forma de organización empresarial: Sociedades de Beneficio e Interés Colectivo (BIC). Esto implica que las organizaciones –sin dejar de lado su fin de lucro– tienen una responsabilidad con el desarrollo de un modelo de negocios que sea sustentable y con un impacto social concreto en la comunidad en la que actúa, resolviendo alguna problemática propia del entorno en el que opera. El Municipio de Vicente López –siguiendo iniciativas similares desarrolladas en Chile– está trabajando para incorporar este modelo de desarrollo para las empresas radicadas en su distrito.
A la vez, son cada vez más las empresas que voluntariamente deciden “abrir sus puertas” para mostrar sus iniciativas en pos de ser socialmente responsables. El Reporte de Sustentabilidad, siguiendo los estándares internacionales del GRI (Global Reporting Iniciative), presenta los resultados con un enfoque de triple impacto (económico, social y ambiental) y empieza a ser cada vez más utilizado por las empresas para comunicar al mercado sus acciones de responsabilidad social. Este estándar tiene además la posibilidad de ser auditado con un proceso de verificación independiente.

Tetra Pak
Estímulo a la economía circular

Estela Reale, directora de comunicaciones LatAm

“A través de nuestro programa de RSE Educlar promovemos buenas prácticas tales como reciclar y reutilizar, con beneficios sociales y ambientales. Ya llevamos más 150 muebles escolares elaborados con reciclado de envases larga vida, en escuelas de Sanagasta, La Rioja, San Fernando y Capital Federal y la Fundación TECHO construye casi 100 casas por año en el Conurbano Bonaerense, utilizando placas de material de envase reciclado”,

–¿Qué cambios fundamentales podría mencionar en cuanto al desarrollo de la RSE y la sustentabilidad? Si tuviera mencionar las principales tendencias de hoy, cuáles serían.
–Una de las tendencias actuales en lo que hace referencia a RSE y sustentabilidad es el concepto de Economía Circular 100, el cual promueve cambiar nuestros hábitos para pasar de una economía lineal de comprar consumir y tirar, a una economía circular, donde lo que compramos, pueda tener una nueva vida y agregar valor, para así evitar consumir nuevos recursos naturales. Entre otros beneficios, fomenta fuertemente la creación de cadenas de valor con generación de empleo, pero además contribuye fuertemente a que la comunidad perciba en forma tangible que, por ejemplo, un envase puede ser, luego de cumplir su misión principal, un pupitre, un kit escolar de regla, escuadra y transportador, etc.
Además, en Tetra Pak creemos que el reciclado post consumo es otra de las principales tendencias de la RSE y sustentabilidad, se trata de una inversión para el futuro, es por ello que impulsamos la excelencia ambiental tomando un enfoque de cadena de valor, poniendo el foco en el desarrollo de productos sustentables, reduciendo nuestra huella ambiental y aumentando el reciclado trabajando conjuntamente y alineando agendas de sostenibilidad con nuestros clientes para lograr un mayor impacto.

–¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan las empresas en esta materia? Y ¿de qué manera las alianzas entre empresas y con otros sectores de la sociedad pueden contribuir a tornar más efectivos los resultados?
–Las alianzas entre las empresas y otros sectores contribuyen mucho a los resultados sean cada vez más efectivos. En nuestro caso, tenemos alianzas con diferentes empresas, cooperativas y ONG.
En nuestra planta de La Rioja, por ejemplo, recuperamos más del 97% de los subproductos. Estos materiales son sumamente importantes para desarrollar nuevos recicladores y para contribuir a sostener cadenas de reciclaje que demuestren valor agregado y sostenibilidad en el tiempo. Así, por ejemplo, los recortes que tienen los tres materiales son utilizados para producir cubiertas de techo acanalados (SGE-Servycom), tejas por termocompresión (Recypack) y placas planas símil aglomerado (Rezindarg). De este modo, contribuimos a que las soluciones de reciclaje se potencien y perduren en el tiempo; en el caso de estas tres empresas recicladoras mencionadas, llevan más de 20 años en actividad.

Toyota
Eje en la movilidad

Eduardo Kronberg, gerente general de Responsabilidad Social

Desde Toyota pensamos a la sustentabilidad como una condición. El concepto de sustentabilidad es la forma en la que debemos plantear y llevar adelante nuestra operación. La visión a largo plazo, la ética y transparencia, el cuidado de los recursos, los resultados económicos y el desarrollo de las comunidades son algunos de los lineamientos para alcanzarlo. El compromiso con la sustentabilidad integra la cultura corporativa, se encuentra en cada una de las áreas de negocio y es parte esencial del modelo de gestión empresarial. Estamos comprometidos en crear un valor sostenible a largo plazo para todos los que están vinculados con nuestro negocio y con nuestras comunidades.
En 2015 Toyota Motor Corporation desarrolló el Desafío Ambiental 2050, una ambiciosa serie de objetivos que aspira a optimizar los procesos de fabricación, mejorando los vehículos y promoviendo sociedades en armonía con la naturaleza. Es por esto que Toyota trabaja en diferentes programas e iniciativas, siendo las destacadas:
• Sistema de Gestión Ambiental: un sistema propio diseñado para controlar los aspectos ambientales de la organización en todos los lugares donde opera. La principal herramienta es el “Plan Quinquenal Ambiental” que cada 5 años fija objetivos globales, desarrolla y monitorea indicadores clave de desempeño ambiental con objetivos de reducción anual de consumo de agua y energía y de generación de CO2, residuos y compuestos orgánicos volátiles.
• Tecnologías de propulsión alternativas: la compañía desarrolla vehículos de última generación que contribuyen a reducir el impacto ambiental a través de vehículos eléctricos híbridos, eléctricos enchufables y eléctricos de celda de hidrógeno.
Con una idea basada en el concepto de “el vehículo adecuado, en el lugar oportuno, en el momento justo”, Toyota cree que la inversión en innovación tecnológica y el cuidado constante de los aspectos ambientales en el ciclo de vida del automóvil son bases sólidas para construir el futuro de la movilidad.

Carrefour
Alianza contra el desperdicio de alimentos

Por Francisco Zoroza, gerente de Comunicaciones

Para Carrefour, la lucha contra el desperdicio alimentario es un  compromiso y, junto a  Unilever, ha impulsado la campaña #NoTiresComida, para llegar de forma directa a los consumidores y dar visibilidad a la problemática del desperdicio de alimentos durante su consumo y post consumo.
Así, Carrefour, Jumbo y también FAO y la Secretaría de Agroindustria, proponen que sea declarado el 29 de septiembre como Día Nacional de Reducción de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos. El proyecto de ley obtuvo la media sanción en el Congreso de la Nación, tras ser aprobado en la Cámara de Senadores, y espera se espera sea oficializado con el mismo dictamen en la Cámara de Diputados.
A la fecha no existe una experiencia similar en otros países o como estrategia de algún organismo internacional, por lo cual la Argentina sería el primer país en contar con un día abocado a la temática.

Cervecería y Maltería Quilmes
Una unión de esfuerzos

Vanesa Vazquez, jefa de Sustentabilidad

Desde Cervecería y Maltería Quilmes estamos convencidos de que la sustentabilidad ES el negocio, ya que nos permite cuidar el medio ambiente, ser más eficientes, reducir los riesgos, optimizar los recursos y generar un impacto positivo en la comunidad.
Una forma de llevar a la práctica la sustentabilidad en los negocios es bajo el concepto de Economía Circular, que no solo alude al medio ambiente sino también a potenciar el progreso integral de toda la cadena de valor. En este sentido, basar el modelo de negocio en la economía circular determina la manera en la que hacemos nuestros productos, los envasamos, los distribuimos, los comercializamos y los publicitamos.
Asimismo, bajo el paradigma de la economía circular, impulsamos la implementación de prácticas sustentables y nuevas tecnologías en la elaboración de sus productos, integrando los aspectos ambientales en el plan de negocios, en la toma de decisiones y en las actividades diarias.
Cuando las empresas se concentran en pensar en metas para el futuro no hacen otra cosa que reforzar el compromiso con el lugar donde vivimos. En nuestro caso, queremos tener una compañía para los próximos 100 años y esto solo será posible trabajando al 100% para lograr el crecimiento sustentable de nuestros negocios y de nuestras comunidades, demostrando que la “sustentabilidad es el negocio”. Es por ello que este año lanzamos 100+Sustentabilidad, nuestra nueva plataforma que engloba un plan de trabajo y compromiso público para cumplir con cinco objetivos al año 2025: agricultura sustentable, agua, cambio climático y energías renovables, cadena de valor y packaging circular.
En lo que respecta a “agricultura sustentable” queremos lograr que 100% de nuestros agricultores directos estén conectados, empoderados y capacitados. En cuanto a “agua”, nos proponemos lograr que 100% de las comunidades en áreas de estrés hídrico, vecinas a nuestras cervecerías, tengan una mejora medible en la disponibilidad y calidad del agua. Nuestro compromiso frente al “cambio climático y energía renovable” se traduce en lograr que 100% de la energía eléctrica que utilizamos provenga de fuentes renovables y en reducir un 25% de las emisiones de carbono en toda nuestra cadena de valor. El trabajo con nuestra “cadena de valor” está enfocado en que el 100% de nuestros pequeños proveedores directos estén conectados, empoderados y capacitados. En “packaging circular” tomamos el compromiso de que el 100% de nuestros productos utilicen envases retornables o estén fabricados a partir de materiales mayoritariamente reciclados.
En nuestro camino desde el campo hasta la botella, estas metas nos permiten potenciar el desarrollo integral de toda nuestra cadena de valor, desde el trabajo en el campo con los productores agropecuarios, responsables de elaborar las mejores variedades de cebada para los ingredientes de nuestras cervezas; el vidrio de la botella para nuestros envase, hasta las más de 180 pymes distribuidores, responsables de llevar nuestros productos a todo el país.
Estamos convencidos de que la unión de esfuerzos y la colaboración de todos los sectores para potenciar la cadena de valor es fundamental en el desarrollo sustentable, la preservación del medio ambiente y la prosperidad de las comunidades en las que vivimos.

Cuando sumar multiplica

Por Jorge Habif (*)

Todas las personas somos distintas, es parte de la naturaleza humana que nos hace únicos y especiales. Forma parte de nuestro ADN y el conjunto de todas nuestras particularidades nos potencia en nuestra vida cotidiana, con nuestros familiares, nuestros amigos, nuestra pareja. Impulsa nuestras capacidades, nos hace más felices, fuertes y consolida nuestra identidad.
Finalizando un año en el que la inclusión alcanzó un lugar de relevancia en la sociedad, cobra importancia su transpolación al ámbito laboral, que no se encuentra exento de ello, por el contrario, se transforma en una nueva oportunidad para invitar a la reflexión, a abrirnos a la escucha de nuestros pares y al refuerzo de las iniciativas que fomenten la diversidad. ¿Realmente estamos comprometidos con ello? Hoy creo que todos lo estamos y es algo real y concreto que nos atraviesa desde la conversación y la acción.
Es una realidad que nos desafía a todas las compañías, a contar con estrategias de diversidad que atiendan las necesidades de diferentes grupos y perfiles presentes en nuestro entorno. De los colaboradores y colaboradoras, de todos los equipos; porque somos una unidad. Y la adecuada gestión de la diversidad convierte las diferencias en una fuente de oportunidades.
Continuando este camino de progreso y aprendizaje, es necesario tener en consideración algunos aspectos esenciales para que la inclusión pueda tener lugar en nuestras organizaciones, ser transversales a ella, donde el empoderamiento y la igualdad de oportunidades nos potencien como individuos y equipos. De tal forma, y en primera instancia, debemos crear conciencia cultural, es decir: pasar de la teoría a la acción; cambiar la mentalidad cultural hacia nuevas fronteras.
En este punto, es importante el desarrollo de herramientas y facilitadores para el conjunto de colaboradores. Esto significa promover nuevos sistemas y procesos para mejorar la forma en la que trabajamos y fomentar una visión compartida de cómo podemos trabajar juntos a través de nuestras diferencias, poniendo a disposición nuestras habilidades y nuestra pasión para tomar decisiones eficientes y exitosas.
De modo que, como gestores de la diversidad, es nuestra responsabilidad crear entornos y contextos que aseguren el desarrollo de capacidades y oportunidades, aceptando y revalorizando las diferencias que nos enriquecen tanto a nivel organizacional como personal.

(*) Director de Recursos Humanos de La Caja

Compartir:

spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img

Noticias

CONTENIDO RELACIONADO