Brasil perdió por goleada dentro y fuera de la cancha en este Mundial en su casa. La humillación sufrida en la derrota contra Alemania por 7 a 1 no es solo histórica, sino la peor de todos los tiempos. Los brasileños la viven con humillación y vergüenza.
La imagen de desprolijidad, falta de control y planificación estratégica y táctica que demostró el equipo en la cancha se reflejó también en la organización del evento, ya que según Euromericas Sport Marketing el costo final ascendió a 28.700 millones de dólares.
Sólo la construcción de los estadios representó un tercio del total, debido a que faltan sumar las inversiones en infraestructura realizadas para recibir un enorme flujo de simpatizantes del mundo entero en un breve tiempo.
Pero la derrota histórica ante Alemania se extiende a las pérdidas por goleada en los números de gastos en la construcción también de los estadios privados, como lo son el Arena Corinthians de San Pablo (cuyo dueño es el Club Corinthians), el Arena da Baixada (perteneciente al Club Atlético Paranaense) y el Beira-Rio (del Club Porto Alegre), cuya inversión para las reformas fueron financiadas por el mismo Estado a través del banco de fomento brasileño, concluye el informe de Euromericas Sport Marketing.
El tema estadios fue el que desató más críticas, ya que su costo terminó siendo “sospechosamente alto y porque cuatro de los doce estadios mundialistas no tienen viabilidad económica alguna, detalla el estudio realizado en Brasil por Euromericas Sport Marketing
El estadio de Brasilia es el ejemplo del despilfarro: ningún club de la ciudad juega en la liga nacional brasileña. Incluso lo mismo sucede con el equipo fuerte de la localidad, Brasilia Futebol Clube, explicó Gerardo Molina el profesor emérito y especialista internacional en Marketing Deportivo
Para Brasil será más negocio finalizar el Mundial y de ese modo ahorrarse los gastos de mantenimiento en el tiempo al tener que sostener en pie un elefante blanco… Lo mismo podría suceder con otras ciudades sede como Manaos, Cuiaba y Natal, expresó el CEO de Euromericas Sport Marketing.
“Casi nadie puede criticar inversiones en infraestructura que efectivamente quedan luego para el país, pero, ¿cómo es el detalle del gasto para la construcción de los estadios? ¿Cuánto cuesta mantenerlos? ¿Tienen sentido económico?”