La burla generó críticas en el exterior, pero más aún en la propia Alemania, provocando un debate en los medios y en las redes sociales: fue una falta de respeto coinciden la mayoría de los consultados por la agencia Euromericas Sport Marketing.
En la encuesta, un 66 por ciento de los lectores calificaron como “ridículo e irrespetuoso”, ya que a su criterio el baile es para un estadio, algo que pertenece a ese ámbito y no fuera.
El 22 por ciento lo considera de mal gusto y 12 % lo encontró adecuado a la consagración en Brasil, detalla Euromericas Sport Marketing.
Para el periódico “Süddeutsche Zeitung”, la celebración no es algo nuevo “ya se cantó en 2008 en la Fanmeile “, aunque esa vez con “así camina Ronaldo”. El diario destacó que fue “una pena” y que “en cualquier caso no es acorde” con una celebración de la copa del mundo.
El baile realizado en la Puerta de Brandeburgo fue un gigantesco gol en contra, una parodia desagradable sobre su rival en la final, la imagen fue la de una nación que no es abierta y tolerante”, opinó el diario “Frankfurter Allgemeine Zeitung”.
En tanto, los periódicos “Tagesspiegel” no dudaron en calificarlo de “mal gusto” y el “Die Welt” como “una idea producto del alcohol”.
“Los internacionales fueron criticados por llevar a cabo un dudoso baile”, escribieron.
Mientras unos lo ven como un comportamiento erróneo y otros como algo normal en los estadios de fútbol, “la verdad está en medio”.
“Es verdad que no fue una actuación brillante, pero no se puede exagerar”, explica Gerardo Molina profesor emérito y especialista internacional en Marketing Deportivo