Un grupo de científicos instaló un sismógrafo en las inmediaciones del estadio Camp Nou, que registra las vibraciones cada vez que la multitud celebra uno de sus goles. Hay un salto notable cada vez que el público salta sobre las gradas. Además, cada vez que el gol es marcado por el jugador argentino, la marca pega un salto.
El sismograma que mostró esto con la mayor claridad se produjo en el partido del Barça contra el Paris Saint-Germain el 9 de marzo de 2017. Cuatro minutos antes del final del partido el Barça un último gol que puso el marcador en 6 a 1. El enardecimiento de los fans quedó registrado en el sismograma:
Esta sismología del fútbol fue tema de debate en Viena, Austria, donde se celebró la Asamblea General de la European Geosciences Union.
