Drones para la agricultura

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Los drones figuran en el primer lugar de la lista que el MIT presenta como las tecnologías revolucionarias que ya se están aprovechando en este 2014. Son avances con respecto al año anterior que resuelven problemas difíciles o crean nuevas formas de usar tecnología.

Un grupo vanguardista de vinicultores en el Valle de Sonoma , en California, usa drones para lograr mejores cultivos usando fotos tomadas desde el aire. Esto forma parte de una tendencia  a usar sensores y robótica para dar a la agricultura la precisión que ofrece big data.

Para estos agricultores “dron” significa una plataforma aérea de bajo costo: ya sea aeroplanos diminutos con alas fijas o, más frecuentemente, cuadcópteros o helicópteros pequeños con muchas hélices.  En cualquier caso, el aparato volador está equipado con un autopiloto que usa GPS y una cámara controlados por el autopiloto. En tierra firma, un software controla las tomas aéreas y las convierte en un mapa de alta resolución. Esto antes se hacía con un avión radio-controlado y manejado desde tierra por un piloto. Si se compara las fotos tomadas por los drones con las imágenes satelitales, las primeras son mucho más baratas y de mucha mayor resolución. Los drones toman fotos por debajo de las nubes, de manera que la vista está siempre libre de obstáculos.

El advenimiento de los drones  fue posible gracias a los avances en tecnología: diminutos sensores, pequeños módulos GPS procesadores increíblemente poderosos y unas gama de radios digitales. Todos esos componentes hoy son mejores y más baratos gracias a su uso en teléfonos inteligentes y a las economías de escala de la industria. En el corazón de un dron, el asutopiloto opera software especializado, a menudo programas fuente abierta creados por comunidades – como DIY Drones—en lugar de los costosos códigos de las industria aeroespacial.

Los drones pueden dar a los agricultores tres tipos de imágenes. Primero, ver un cultivo desde el aire puede revelar patrones que exponen desde problemas de irrigación hasta variación de suelo e infestación de pestes y hongos que no son visibles a simple vista. Segundo, las cámaras aéreas pueden tomar imágenes multi-espectrales, que pueden captar todo el espectro visual y luego combinarse para crear una visión del cultivo que destaca diferencias entre plantas sanas y enfermas en una forma que no se puede ver a simple vista. Finalmente, un dron puede vigilar un cultivo todas las semanas, todos los días y hasta cada hora. Si se las combina para crear una animación, esas imágenes pueden revelar lugares problemáticos u oportunidades para manejar mejor el cultivo.

 

 

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