Arcor, el desafío consiste en construir puentes

Es una confirmación. En el ranking de este año –igual que en el del año anterior– de "Las 100 mejores empresas en RSE", ocupó el primer lugar. Sus directivos insisten en que no es una tarea exclusiva de las empresas: hay que trabajar de manera articulada con el sector público y el privado, con consumidores, proveedores y todos los eslabones de la cadena de valor.

16 diciembre, 2013


Claudio Giomi

Si las empresas pretenden entender su rol en este mundo, está claro que la RSE emerge como respuesta a este nuevo escenario. Se trata de leer los cambios y articular la visión de negocios con una perspectiva de largo plazo. No importa el tamaño, todas las empresas tendrán que encontrar una respuesta y que puedan hacerlo o no dependerá de la comprensión que demuestren y de la conciencia que adquieran en el camino, sostiene Claudio Giomi, gerente corporativo de Sustentabilidad de Grupo Arcor.

–Las empresas necesitan la fidelidad de los clientes, la confianza de accionistas e inversores, de la motivación de los empleados, y mantener una buena imagen entre los medios y líderes de opinión. ¿Cuál es la estrategia adecuada para relacionarse con grupos tan diversos y ganar la aceptación de todos ellos?
–Considero que las empresas deben generar una gestión responsable con todos los públicos con los que se vinculan, apuntando a desarrollar con cada uno de ellos una gestión basada en una relación duradera, de confianza, que permita trabajar a favor de la construcción de intereses que contribuyan al desarrollo de la sociedad. En este sentido, desde Arcor hablamos de una gestión responsable orientada a la sustentabilidad.
Para ello es importante relevar cuáles son las expectativas, intereses y preocupaciones que tienen los diferentes públicos. El desafío que las compañías tienen por delante es el de integrar en la gestión de su negocio la mirada de estos grupos y la perspectiva de un contexto mayor en donde se desarrollan. El objetivo es que se incorporen de tal forma que el interés de la compañía no esté en contradicción sino alineado con el de esos otros actores y de la sociedad en su conjunto.
De esta manera, la estrategia radica en pensar de manera integral la gestión, no con acciones o programas aislados con alguno de estos públicos, sino entenderla como un factor decisivo que supone una nueva forma de gestionar los negocios, comprendiendo justamente que la relación con todos estos públicos forma parte de los desafíos que tiene una empresa de cara a este nuevo escenario.

–Se dice que los líderes de las empresas están obligados a revisar continuamente el rol que sus respectivas compañías tienen en el mundo y su impacto en la sociedad. ¿Hay conciencia de esta realidad?
–Las empresas y sus líderes han desarrollado esta capacidad de revisar sus propias estrategias de negocios en relación con su impacto en la sociedad, y aquellas que no han tenido esta capacidad no han podido desenvolverse exitosamente. Actualmente se enfrentan además con que el contexto mundial cambió, con recursos naturales restringidos, con condiciones sociales específicas, que definitivamente conducen a reconsiderar el rol de las empresas.
En este sentido, el movimiento de la Responsabilidad Social Empresaria emerge como un marco de respuesta para este nuevo escenario de negocios. Es un movimiento de avance progresivo en el que hay compañías que están tomando estos nuevos elementos, tratando de leer los cambios y articulando la visión de negocios con una perspectiva de largo plazo. 
Más tarde o más temprano, sin importar el tamaño, la ubicación ni las características, todas las empresas van a tener que dar respuesta a este nuevo escenario. 
Que puedan hacerlo o no va a depender de esa comprensión y de la conciencia que adquieran. Las empresas que puedan entender y leer este escenario de futuro y prepararse para ello van a tener mayores condiciones de crecimiento y desarrollo que las que no. Considero que muchas empresas están en ese camino y lo están entendiendo de manera más integral y cabal, otras reaccionan más con un criterio de oportunidad o de situación coyuntural, pero en líneas generales existe un movimiento en ese sentido que se va consolidando. 

–Entre las ventajas potenciales de la RSE, los expertos ponen a las alianzas inteligentes entre empresas y organizaciones privadas o públicas. ¿Es este un modelo que funciona, según su experiencia y conocimiento?
–El desafío conceptual que supone esta nueva época es que la generación de la renta no puede ser a costa de la generación de situaciones de contexto desfavorable: no se puede pensar el éxito de una compañía en un contexto en el que no ocurre. Los objetivos del negocio no son contrapuestos con los objetivos de desarrollo de la sociedad y por lo tanto deberían ser pensados de manera articulada con otros actores.
Es por ello que necesariamente se debe incluir en la gestión esta posibilidad de pensar con otros grupos porque las empresas somos parte de la solución para ese contexto. Por eso hablamos de construir juntos un futuro sustentable porque entendemos que no es una tarea exclusiva de las empresas sino que hay que trabajar de manera articulada con organizaciones del sector público y del privado, con consumidores, proveedores, con todos los eslabones de la cadena de valor.
Como los miembros de estas alianzas mantienen lógicas distintas, intereses distintos, motivaciones distintas, el desafío consiste en trabajar para construir puentes que posibiliten encontrar el interés común por el desarrollo de una sociedad más inclusiva y equitativa. Por supuesto, que estos intereses confluyan es el resultado de un trabajo y aprendizaje mutuo.

–Dentro de la agenda de temas que se plantean al hacer RSE, ¿cuáles son los elegidos por su empresa, en qué programas ponen el foco?
–Desde Arcor hemos desarrollado una política de sustentabilidad que está basada en cinco compromisos específicos en relación a temas que consideramos estratégicos para el aporte al desarrollo en términos de sustentabilidad. 
Se refieren al uso racional del agua; al uso eficiente de la energía y la minimización del impacto climático; el compromiso y respeto por los derechos humanos; el uso racional del packaging; y la promoción de la vida activa y nutrición saludable. Para cada uno de estos cinco compromisos hemos establecido líneas prioritarias y estratégicas de acción para llevarlos adelante y lo que procuramos con esto es integrar la sustentabilidad a la estrategia del negocio y hacerlo de manera transversal a todas las áreas que componen la compañía. 

–Los temas de RSE que ocupan a la empresa, ¿deben estar conectados a su core business o pueden ser temas de interés general, como educación o salud?
–Desde Arcor entendemos que uno gestiona de manera responsable tratando de alinear los objetivos de la compañía con el desarrollo de la sociedad. En este sentido creemos que la contribución que una empresa hace está dado tanto desde un aspecto específico de su core business como desde los temas que contribuyen al bienestar de la sociedad en su conjunto.

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