La atención plena, conocida como mindfulness, se posiciona en el ámbito corporativo como una práctica destinada a fortalecer la salud física y mental de los trabajadores. En escenarios caracterizados por la multitarea y la digitalización, la incorporación de técnicas de mindfulness responde a la necesidad de optimizar el desempeño y el bienestar en la jornada laboral.
Esta metodología, basada en ejercicios como la respiración consciente, la meditación y la observación de pensamientos, permite mejorar la concentración, disminuir la ansiedad y promover entornos más saludables. La integración de pausas breves y rutinas de atención plena no requiere transformaciones estructurales ni tiempos extensos, facilitando su adopción en diferentes tipos de organizaciones.
Desde la perspectiva de WeWork, la práctica regular de mindfulness contribuye a una mejor gestión del estrés, favorece la toma de decisiones y potencia la creatividad en los equipos. Además, se observa una reducción del ausentismo y un incremento en la capacidad para resolver conflictos internos. Estas ventajas refuerzan el valor estratégico de incorporar hábitos de atención plena en el día a día laboral.
Romina Diepa, head of People de WeWork Cono Sur, destacó: “Integrar el mindfulness y prácticas saludables en la jornada laboral se ha convertido en una herramienta poderosa para mejorar el bienestar y el rendimiento de los colaboradores, con un impacto positivo también en la vida personal”.
La atención plena, al promover claridad mental y equilibrio emocional, se presenta como una técnica accesible que acompaña los desafíos actuales de las organizaciones en la búsqueda de un equilibrio real entre el trabajo y la vida personal.












