Tres destinos ejemplifican esta sensibilidad renovada: Burdeos en lugar de París, las Islas Vírgenes Británicas frente al Caribe masivo, y Villa La Angostura como contrapunto sereno a Bariloche. Cada uno alberga propiedades excepcionales que invitan a vivir el viaje desde una perspectiva personalizada y consciente.
Villa La Angostura: la otra puerta a la Patagonia
Mientras Bariloche concentra la mayor parte del turismo patagónico, Villa La Angostura ofrece un escenario más sereno y reservado, profundamente conectado con la naturaleza. Ubicada en la costa norte del lago Nahuel Huapi y rodeada de bosques milenarios, esta localidad conserva la esencia intacta de la Patagonia: “silencio, caminatas, cielos infinitos y sabores locales”.
En este marco, Las Balsas se presenta como una casa de descanso refinada con apenas diez habitaciones, cada una con vistas privilegiadas. Integrada a la red Relais & Châteaux, su arquitectura de montaña dialoga con un interiorismo cálido, basado en materiales nobles y obras de arte regionales. Su restaurante ofrece una cocina de terroir con ingredientes de proximidad, mientras que el spa, con piscina climatizada y tratamientos holísticos, invita a una experiencia de reconexión profunda. Las excursiones incluyen navegación, pesca con mosca y senderos en el Parque Nacional Arrayanes, todo diseñado con respeto por el entorno y atención al detalle.
Islas Vírgenes Británicas: el Caribe en estado natural
A diferencia de las playas sobreexplotadas de Aruba o Curazao, las Islas Vírgenes Británicas conservan la esencia intacta del Caribe original. Compuestas por casi 60 islas e islotes, este paraíso ofrece aguas turquesas, vegetación frondosa y playas solitarias que invitan al sosiego y a una conexión profunda con la naturaleza.
En este contexto, Virgin Limited Edition propone dos alojamientos extraordinarios: Necker Island, la isla privada de Sir Richard Branson, y Branson Estate en Moskito Island, un conjunto de villas privadas en un entorno virgen. Diseñadas para grupos pequeños o estadías a medida, estas propiedades brindan acceso exclusivo a playas propias, gastronomía local, bienestar holístico y actividades como navegación, buceo y senderismo ecológico. Así, “el Caribe deja de ser una postal para convertirse en una experiencia orgánica e irrepetible”.
Burdeos: el arte de la hospitalidad francesa lejos de la agitación de París
En la región de Nouvelle-Aquitaine, Burdeos emerge como una alternativa elegante y pausada frente al ritmo vertiginoso de París. Reconocida mundialmente por sus viñedos y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la ciudad combina arquitectura clásica, vida cultural vibrante y un arte de vivir particular.
En este marco, Yndo Hotel redefine el alojamiento boutique. Ubicado en una residencia privada del siglo XIX, con doce habitaciones, ofrece una experiencia estética y sensorial donde el diseño interior combina muebles contemporáneos con materiales nobles y una curaduría impecable. Lejos del bullicio turístico, Yndo propone “una relación serena con la ciudad”, con bicicletas para recorrer los muelles del Garona, desayunos artesanales y jardines escondidos para leer sin apuro. Es un espacio donde “el tiempo se desacelera para dar paso a lo esencial: el confort, la belleza y la hospitalidad genuina”.
Estos destinos y alojamientos representan un nuevo mapa del turismo, donde la exclusividad se define por la reserva, el silencio y el vínculo íntimo con el entorno, más que por la ostentación. Así, el viaje se transforma en una experiencia auténtica y memorable, que invita a redescubrir el placer de lo simple y lo genuino.
