La Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella publicó el Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) correspondiente a agosto de 2025. El indicador descendió a 2,12 puntos en la escala de 0 a 5, lo que implica una caída mensual del 13,6% y un retroceso interanual del 16,5% .
El nivel actual interrumpe la estabilidad observada en los últimos cuatro meses y marca el valor más bajo desde que Javier Milei asumió la presidencia. La serie histórica permite contextualizar: el índice de agosto resulta 16,3% inferior al de Mauricio Macri en 2017 (2,53 puntos) y 14,3% superior al de Alberto Fernández en 2021 (1,85 puntos).
Una trayectoria en retroceso
Durante los 20 meses de gobierno de Milei, el promedio del ICG fue de 2,48 puntos. Esa cifra lo sitúa apenas por debajo del promedio de Macri en el mismo período (2,58) y bastante por encima del registrado bajo Fernández (2,17) .
En comparación con septiembre de 2024 —cuando la confianza había caído 14,8%—, la magnitud del retroceso es similar, lo que sugiere que la volatilidad en las percepciones persiste como un rasgo del período actual.
Componentes en descenso
La caída de agosto se verificó en las cinco dimensiones que integran el índice:
•Honestidad de los funcionarios: 2,54 puntos (-9,9%).
•Capacidad para resolver problemas: 2,46 puntos (-14,6%).
•Eficiencia en el gasto público: 2,10 puntos (-13,2%).
•Evaluación general del gobierno: 1,78 puntos (-12,8%).
•Preocupación por el interés general: 1,73 puntos (-18,2%) .
La baja más pronunciada se registró en la percepción sobre el interés general, un indicador que históricamente refleja la confianza en que las políticas no se orienten a intereses sectoriales o particulares.
Diferencias sociales y territoriales
El análisis por género muestra un contraste marcado: entre hombres, el ICG se ubicó en 2,42 puntos (-8,3%), mientras que entre mujeres descendió a 1,80 (-20%).
Por edad, no se observaron diferencias significativas, aunque los mayores de 50 años se ubicaron levemente por encima del promedio (2,16), seguidos por los jóvenes de 18 a 29 (2,11) y por el grupo de 30 a 49 años (2,08).
En términos geográficos, la confianza fue más alta en el interior (2,39), y más baja en la Ciudad de Buenos Aires (1,76) y el conurbano bonaerense (1,68).
El nivel educativo también aparece como un factor diferenciador: quienes alcanzaron educación terciaria o universitaria registraron un ICG de 2,31, mientras que quienes completaron la primaria se ubicaron en apenas 1,50.
Perspectivas económicas y seguridad
El estudio muestra que la percepción sobre el futuro económico modula fuertemente el nivel de confianza. Entre quienes esperan una mejora en un año, el ICG se ubicó en 4,15 puntos, frente a 2,46 entre quienes creen que seguirá igual y apenas 0,56 entre quienes esperan un empeoramiento.
La inseguridad constituye otro elemento de impacto: los encuestados que no fueron víctimas de delitos en los últimos 12 meses exhibieron un índice de 2,25, en contraste con 1,73 entre quienes sí lo fueron .
La evolución del ICG en agosto muestra un escenario de erosión en la confianza pública hacia el gobierno nacional. La combinación de un retroceso generalizado en todas las dimensiones y una fuerte disparidad social y territorial sugiere que la administración enfrenta crecientes dificultades para sostener consensos. El deterioro en la percepción sobre la orientación al interés general y la capacidad de resolución de problemas constituye un desafío político de magnitud para los próximos meses.












