Un estudio realizado conjuntamente por la Duke University y Microsoft analizó 31,3 millones de búsquedas en Estados Unidos sin que los usuarios tuvieran conocimiento de que se los investigaba. Analizaron la frecuencia de los temblores, que definían como “oscilaciones verticales u horizontales en la posición del cursor de hasta 20 píxeles en cada dirección”, movimiento lento de la página hacia abajo y repetición de términos de búsquedas, todas señales del inicio de una condición neurodegenerativa.
La conclusión del estudio es que la forma en que se realiza una búsqueda web, o la forma en que uno maneja el mouse, puede servir para un diagnóstico temprano de la enfermedad de Parkinson.
El equipo detectó un subgrupo de unos 700 usuarios de Bing cuyas búsquedas indicaron que habían sido diagnosticados con Parkinson.
Este resultado significa que es posible pensar en un algoritmo que sirva para identificar el comienzo de la enfermedad antes de las manifestaciones más evidentes. La idea, sin embargo, plantea cuestiones serias de privacidad sobre la capacidad de las gigantescas compañías tecnológicas para recabar datos personales con o sin el consentimiento de las personas.