lunes, 23 de diciembre de 2024

¿Y por qué no hay un Nobel para tecnología?

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Los que inventan cosas que transforman el mundo también lo merecen.

 El inventor sueco Alfred Nobel creó premios hace más de cien años indicando que todas sus posesiones debían usarse para premiar a aquellos que, en el transcurso del año anterior,  hayan brindado el mayor beneficio a la humanidad. Las categorías especificadas en su testamento fueron cinco: física, química, fisiología o medicina, literatura y paz. El premio de economía fue agregado en 1968.

 

Pero la vida ha cambiado drásticamente en los 118 años que pasaron desde la muerte de Nobel. . Desde 1901, fecha en que se otorgó el primer Premio Nobel, la era industrial  ya pasó y ahora vivimos la era de la información. Más de la mitad de la población del mundo vive en ciudades, la polución por dióxido de carbono ha generado la mayor concentración de gases de invernadero  y desde 2015 los flujos de datos han generado más crecimiento económico que todo el comercio de bienes físicos.

 

La tecnología está en la base de todos estos cambios, pero todavía no hay premios para los tecnólogos.  Ningún premio para quien inventó el automóvil, la bombilla de la luz, el avión, el teléfono móvil o la Internet. Nada para el grupo que secuenció el primer genoma humano. A pesar de ser los responsables de invenciones que han cambiado fundamentalmente  el curso de la historia humana, no hay reconocimiento para Nikola Tesla o Thomas Edison.

 

Tampoco hay premio para las matemáticas, ese lenguaje universal  que sirvió de base a tantas búsquedas científicas y hasta podría decirse que es la disciplina básica  para todas, no tiene Premio Nobel. Los matemáticos se quejan por esto desde hace décadas.

 

Pero la fundación Nobel dice que es muy improbable que vayan a agregar categorías nuevas. Pero en una era en que la tecnología está íntimamente ligada a todos los aspectos de la vida, aquellos que descubren nuevas formas de usar la tecnología para mejorar el mundo merecen  el mismo reconocimiento que los químicos, físicos, médicos, economistas, pacifistas y escritores.

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