Reemplazar las caras chatas en la pantalla por una representación en 3D de la persona completa sentada en un sofá eliminaría muchos de los problemas de las videollamadas, dice el profesor Jeremy Bailenson, quien propone en un trabajo que acaba de publicar, cuatro soluciones para la fatiga que genera el Zoom a todas las personas que han pasado un año trabajando desde sus casas.
Una de sus recomendaciones es reducir el tamaño de la app del Zoom y poner distancia entre nuestro cuerpo y la pantalla para preservar nuestra sensación de espacio personal. Recomienda también esconder la pantalla que nos devuelve nuestra propia imagen, movernos por la habitación y de vez en cuando apagar la cámara y dejar solamente el audio.
En su trabajo, Bailenson no menciona su quinta solución a la fatiga provocada por Zoom: los hologramas. Esos hologramas son avatares realistas que podemos ver a través de cascos de realidad virtual o anteojos inteligentes para que parezca que están en nuestra habitación.
Reemplazar las caras en una pantalla chata con representaciones en 3D de la persona completa. Sentada en nuestro propio sofá. Elimina muchos de los problemas de las videollamadas”. “La clave es que retiene la geografía espacial para toda esa gente”.
De esa manera podríamos captar el lenguaje corporal y otras señales no verbales que son importantes y se pierden cuando solo podemos ver a alguien por arriba de los hombros. Ya no tendríamos que mirar fijamente la cámara sino mirar y movernos por la habitación con más normalidad.
La tecnología que haría esto posible todavía no está lista pero llegará más pronto de lo que muchos creemos. Todas las grandes compañías de Silicon Valley están trabajando en anteojos inteligentes que pondrían objetos digitales ante nuestros ojos. Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, ya ha sugerido que muy pronto la gente podría”ir” al trabajo con hologramas.