Elon Musk avanza de continuo y sigue a velocidad de vértigo. Tras el éxito en el lanzamiento de su cohete Space X, acaba de lanzar –con ese vehículo espacial- dos satélites de prueba, Tintin A y el Tintin B, ya puestos en órbita.
Es el paso inicial para lanzar millares de satélites que pueden proveer conexión global a Internet, con una velocidad igual o mejor al que pueden prestar las empresas de fibra óptica.
La intención es construir una banda global desde el espacio. Es un largo camino. Para lograr el objetivo será preciso lanzar 4.425 satélites a lo largo de cinco años.
Una vez que todo el testeo esté realizado, comenzarán lanzamientos frecuentes a partir del año próximo. Los dos lanzamientos experimentales se hicieron utilizando el cohete Space X Falcon.
Todos estos satélites tendrán órbitas terrestres bajas, con capacidad de brindar conexión a Internet similares en capacidad al servicio que prestan los servicios de cable y fibra óptica. Lo que además pretende ser más eficaz que los actuales servicios satelitales.
Un proyecto a más largo plazo es colocar en órbita 7.500 satélites, más cerca de la superficie terrestre, para mejorar la eficiencia de la prestación en áreas con una densa población.
Estos satélites se proponen ofrecer una velocidad de un gigabit por segundo. Hasta ahora, los servicios satelitales disponibles están en órbitas mucho más altas.
Estos satélites experimentales orbitarán a 511 kilómetros. Los que se lanzarán en el futuro, lo harán a una distancia de 1.100 a 1.300 kilómetros, igual mucho más bajos que la red Hughes de satélites, que orbita a 35.400 kilómetros.