Con una resistencia 117 veces más poderosa que el acero, los nanotubos de carbono constituyen el material más fuerte y duro conocido hasta la fecha. Y con sus propiedades eléctricas y térmicas igualmente impresionantes estos tubos huecos de carbono, del grosor de un átomo, están demostrando ser los más versátiles descubiertos jamás.
El material se podrá usar en raquetas de tenis, chalecos antibalas, componentes electrónicos y dispositivos de almacenaje energético. El nanotubo es la máxima expresión del alcance de la nanotecnología.
Su forma y su constitución es ideal para cubrir superficies y también para baterías. Ahora, también, ha sido usado para crear el material más negro que existe. Creado por científicos británicos, el material es tan oscuro que al mirarlo se tiene la impresión de estar contemplando un agujero negro. Está fabricado con nanotubos de carbono y es un paso más en la búsqueda del negro absoluto, que comenzó en los años noventa. Absorbe el 99,965 % de la luz, un nuevo récord.
Además, puede crecer a temperaturas más bajas que otros materiales similares, incluso 400 grados centígrados. Por tanto, puede crecer sobre materiales más ligeros, como el aluminio, lo que incrementa sus aplicaciones prácticas.
Electrónica
Un área donde su tamaño, estructura y conductividad cobran importancia es la electrónica. Los nanotubos pueden reemplazar las interconexiones de cobre usadas en los microchips de computadora. Como los transistores en los circuitos integrados se achican cada vez más, también deben achicarse las interconexiones. El problema es, que cuando más se achican esos alambres de cobre, menos capacidad tienen para manejar la corriente que fluye por ellos. Con los nanotubos, en cambio, esto ya no será problema. El carbono es el único elemento que puede transportar alta corriente porque es más fuerte que cualquier otro elemento y sus ligaduras no se rompen cuando son sometidas a altas temperaturas o altas tensiones eléctricas.