Ubuntu, Linux para seres humanos

Ubuntu, el software de distribución Linux cuyo mecenas es el empresario sudafricano Mark Shuttleworth (35 años), se ha puesto como meta hacer de Linux un sistema operativo más accesible y fácil de usar.

15 enero, 2009

El nombre de la distribución proviene del concepto zulúque significa "humanidad hacia otros" o "yo soy porque nosotros somos". El nombre fue tomado del movimiento sudafricano encabezado por el obispo Desmond Tutu, quien ganó el Premio Nobel de la Paz en 1986 por sus luchas en contra del Apartheid en Sudáfrica
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<p> Creado a penas hace cuatro a&ntilde;os, Ubuntu ha surgido como la versi&oacute;n de mayor crecimiento y m&aacute;s celebrada del sistema operativo Linux, que compite con Windows fundamentalmente porque no tiene costo. </p>
<p> Se calcula que actualmente usan Ubuntu m&aacute;s de 10 millones de personas, que representan una gran amenaza para la hegemon&iacute;a de Microsoft en los pa&iacute;ses desarrollados y tal vez lo sean mucho m&aacute;s en aquellas regiones que se van sumando a la revoluci&oacute;n tecnol&oacute;gica.</p>
<p> &ldquo;Si tenemos &eacute;xito, podr&iacute;amos cambiar fundamentalmente el mercado del sistema operativo,&rdquo; dijo Shuttleworth durante uno de los descansos de la reuni&oacute;n, llamada la cumbre del desarrollador de Ubuntu. &ldquo;Microsoft tendr&iacute;a que adaptarse, y no me parece que eso sea algo malo.&rdquo;</p>
<p> Linux es gratis, pero igualmente se puede ganar plata con negocios accesorios al sistema operativo. Empresas como IBM, Hewlett-Packard y Dell colocan Linux en m&aacute;s de 10% de las computadoras que venden como servidores y las empresas pagan a los fabricantes de hardware y otras&mdash;como Red Hat y Oracle, vendedores de software &ndash; para que arreglen cualquier problema que surja y mantengan actualizados los sistemas basados en Linux.</p>
<p> Pero Canonical, la empresa de Shuttleworth que fabrica el Ubuntu, ha decidido concentrar sus aspiraciones de corto plazo en las PC que usa el grueso de la gente.</p>
<p> El sudafricano sue&ntilde;a con un fuerte competidor de fuente abierta para Windows y, en menor medida, para el Mac OS X de Apple. La idea que promueve es que el software que puede ser alterado libremente por las masas puede resultar m&aacute;s barato y mejor que el c&oacute;digo propietario producido por corporaciones tradicionales. Hasta ahora, los defensores de Linux no lograron convertirlo en el principal sistema empleado por computadoras de escritorio y port&aacute;tiles. Por ahora, Linux sigue generalmente en el &aacute;mbito de los expertos, pero sus devotos creen que con Ubuntu las cosas podr&iacute;an finalmente cambiar.</p>
<p> La gente que vea Ubuntu por primera vez encontrar&aacute; que es muy parecido a Windows. El sistema operativo tiene una interfaz gr&aacute;fica elegante, men&uacute;es familiares y todo el software a que est&aacute;n acostumbrados_ un navegador web, un programa de e-mail, software para mensajer&iacute;a instant&aacute;nea y un juego gratuito de programas para crear documentos, hojas de c&aacute;lculo y presentaciones.</p>
<p> Si bien es relativamente f&aacute;cil de usar para los conocedores de tecnolog&iacute;a, Ubuntu &ndash; y todas las otras versiones de Linux &ndash; puede resultar un poco complicado para el usuario com&uacute;n. No puede correr aplicaciones creadas por Windows ni los juegos m&aacute;s conocidos, por ejemplo. Y las actualizaciones pueden crear problemas en todo el sistema, lo que podr&iacute;a causar modificaciones en lo que se ve o desperfectos en el sistema.</p>
<p> Canonical ha intentado suavizar muchos de estos temas, que son los que impiden que Linux alcance masividad. Su dedicaci&oacute;n a los detalles de la versi&oacute;n <em>desktop</em> de Linux contrasta con el enfoque de los grandes vendedores, como Red Hat y Novell, que persiguen el gran dinero que se puede obtener con los centros de datos. En consecuencia, Ubuntu surge como una suerte de programa para los idealistas desarrolladores de software que se ven como parte de un movimiento contracultural. </p>

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