Google rechaza la acusación de que aprovecha el dominio de Android en el mercado de los teléfonos para promocionar su motor de búsquedas y su tienda de aplicaciones. En su defensa Google dice que más que limitar la competencia la amplió. Es el último capítulo en una batalla con Bruselas que podría terminar en una multa multimillonaria.
La comisionada antimonopolio de la UE, Margrethe Vestager, acusó el año pasado a Google de infringir la ley de competencia diciendo que su política de “empaquetar” todas sus aplicaciones daña a sus rivales.
Por su parte, Google dice que el hecho de distribuir Google Search junto con Google Play le permite ofrecer todo el paquete gratuitamente y que esa distribución gratuita es eficiente porque baja los precios para los fabricantes de teléfonos y para los consumidores.
Google dice que su software, que está instalado en la mayoría de los teléfonos de Europa, compite directamente con el iOS de Apple y niega que la suya sea la plataforma dominante. “Ignorar la competencia con Apple es no ver la naturaleza competitiva del panorama del mercado de teléfonos en la actualidad”, protesta.