Las primeras sospechas le andaban cerca, pero no daban en el blanco. El problema era que la batería no tenía espacio para expandirse cuando se calentaba y por eso explotaba. Según informa Reuters, es probable que el anuncio oficial lo haga la compañía el 23 de enero, que es el día en que proyecta anunciar los resultados de sus ganancias del cuarto trimestre. Según información aportada por una fuente anónima, el jefe de negocios móviles de Samsung, Koh Dong-jin, va a dar detalles sobre el desempeño de la compañía en la última parte de 2016 y también de lo que proyectan hacer para asegurar que el problema de las explosiones no se repita.
Desde el principio se apuntó a las baterías como responsables, y como éstas eran fabricadas por la filial SDI, las dejaron de usar y las reemplazaron por otras. Luego vino la reposición y vuelta a salir al mercado. Pero volvieron a explotar y entonces la compañía decidió matar el smartphone.
Siguió la investigación y ahora parece que el problema no estaba en las baterías en sí sino en el espacio donde las insertaban. Era demasiado chico. Cuando la batería se cargaba, subía la temperatura, no tenía lugar para expandirse … y explotaba. Eso fue catastrófico para la compañía y le significó una pérdida de US$5.200 millones.