Rusia lanzó un nuevo cohete

Es el Proton-K. Forma parte de un proyecto internacional para crear un laboratorio espacial. Pronto viajarán astronautas de Rusia y Estados Unidos.

12 julio, 2000

Rusia lanzó hoy (miércoles 12) el cohete Proton-K, que trasladó y puso en orbita el módulo de servicio Zvezda, enviado para garantizar la vida de seres humanos en el espacio.

El módulo ruso se acoplará el 26 de julio, en forma automática, a la Estación Espacial Internacional (ISS), donde ya se encuentran desde diciembre de 1998 Zaría y Unity, los primeros elementos de la estación.

La ISS es un proyecto multinacional y multimillonario que pretende crear un enorme laboratorio espacial. En él participan 16 países, entre ellos España, Brasil, Rusia, Estados Unidos y la Agencia Espacial Europea (ESA).

El Centro de Control de Vuelos Espaciales (CCVE) informó de que el lanzamiento, desde el cosmódromo de Baikonur, en la república centroasiática de Kazajistánno tuvo complicaciones.

La primera expedición de cosmonautas está prevista para el 30 de octubre y estará formada por el estadounidense William Shepherd y los rusos Yuri Gidzenko y Serguéi Krikaliov, quienes permanecerán en ella cuatro meses.

El Zvezdá (estrella) cuenta con sistemas para generar una atmósfera, reguladores de temperatura, humedad, ventilación, producción de agua potable y tratamiento de los desechos.

El módulo costó US$ 320 millones. Es la casa espacial porque allí está el sanitario, el baño, una cocina con un refrigerador, la despensa, comedor y los aposentos donde podrán dormir y descansar los cosmonautas.

Está compuesto por tres compartimentos herméticos, el principal de ellos “el de trabajo”, donde se encuentran los tableros de mando para controlar los sistemas vitales. Allí también se encuentran los sistemas de orientación, comunicaciones y el ordenador central, fabricado por la ESA.

Cuando finalice la construcción, la ISS será mayor que un campo de fútbol y su interior habitable equivaldrá a las cabinas de pasajeros de dos aviones jumbo 747. Podrá observarse desde la Tierra como una nueva estrella, menos brillante que la Luna y Venus, pero más radiante que las demás.

El lanzamiento del módulo despejó las dudas sobre la fiabilidad del cohete portador Protón-K, uno de los modelos rusos con capacidad para llevar cargas de gran masa al espacio.

Después de los dos accidentes ocurridos el año pasado el modelo fue modificado y perfeccionado.

El casco del Protón-K que puso en órbita al Zvezdá tenía dibujados la bandera rusa y un anuncio publicitario de una compañía estadounidense de pizzas. Pero el anuncio comercial no se pudo ver en la transmisión televisiva del lanzamiento que siguieron en directo al menos 500 millones de espectadores.

Rusia lanzó hoy (miércoles 12) el cohete Proton-K, que trasladó y puso en orbita el módulo de servicio Zvezda, enviado para garantizar la vida de seres humanos en el espacio.

El módulo ruso se acoplará el 26 de julio, en forma automática, a la Estación Espacial Internacional (ISS), donde ya se encuentran desde diciembre de 1998 Zaría y Unity, los primeros elementos de la estación.

La ISS es un proyecto multinacional y multimillonario que pretende crear un enorme laboratorio espacial. En él participan 16 países, entre ellos España, Brasil, Rusia, Estados Unidos y la Agencia Espacial Europea (ESA).

El Centro de Control de Vuelos Espaciales (CCVE) informó de que el lanzamiento, desde el cosmódromo de Baikonur, en la república centroasiática de Kazajistánno tuvo complicaciones.

La primera expedición de cosmonautas está prevista para el 30 de octubre y estará formada por el estadounidense William Shepherd y los rusos Yuri Gidzenko y Serguéi Krikaliov, quienes permanecerán en ella cuatro meses.

El Zvezdá (estrella) cuenta con sistemas para generar una atmósfera, reguladores de temperatura, humedad, ventilación, producción de agua potable y tratamiento de los desechos.

El módulo costó US$ 320 millones. Es la casa espacial porque allí está el sanitario, el baño, una cocina con un refrigerador, la despensa, comedor y los aposentos donde podrán dormir y descansar los cosmonautas.

Está compuesto por tres compartimentos herméticos, el principal de ellos “el de trabajo”, donde se encuentran los tableros de mando para controlar los sistemas vitales. Allí también se encuentran los sistemas de orientación, comunicaciones y el ordenador central, fabricado por la ESA.

Cuando finalice la construcción, la ISS será mayor que un campo de fútbol y su interior habitable equivaldrá a las cabinas de pasajeros de dos aviones jumbo 747. Podrá observarse desde la Tierra como una nueva estrella, menos brillante que la Luna y Venus, pero más radiante que las demás.

El lanzamiento del módulo despejó las dudas sobre la fiabilidad del cohete portador Protón-K, uno de los modelos rusos con capacidad para llevar cargas de gran masa al espacio.

Después de los dos accidentes ocurridos el año pasado el modelo fue modificado y perfeccionado.

El casco del Protón-K que puso en órbita al Zvezdá tenía dibujados la bandera rusa y un anuncio publicitario de una compañía estadounidense de pizzas. Pero el anuncio comercial no se pudo ver en la transmisión televisiva del lanzamiento que siguieron en directo al menos 500 millones de espectadores.

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