Se acelera la carrera del auto autónomo. No se trata ya hacerle modificaciones externas al auto tal como lo conocemos. Se trata de transformar la naturaleza misma del vehículo. La industria abarca ahora muchísimas más fábricas automotrices y autopartistas. Ahora el partido lo juegan gigantes tecnológicos como Alphabet Apple y Uber.
Lo que está en juego es un nuevo mercado de movilidad, que en gran parte será autónomo, eléctrico y compartido. Una manera de tomarle el pulso a esta competencia es mirar el número de patentes que cada una se ha asegurado. Desde 2007 en adelante la Oficina de Marcas y Patentes en Estados Unidios ha registrado un notable aumento en el número de patentes presentadas por las grandes automotrices para tecnología autónoma.
La consultora L.E.K., analizando esas patentes, concluye que hay dos estrategias diferentes para fabricar autos autónomos. Una es la estrategia que llaman “iPhone”: integración vertical de todo el ecosistema. Apple fabrica (o controla fuertemente) cada una de las dimensiones del objeto físico y el software con que funciona el iPhone. La estrategia alternativa es el modelo “Android” de Google, que prefiere un sistema operativo de fuente abierta que los fabricantes pueden instalar en cualquier producto.
Ambos tienen sus méritos y todavía no se sabe si alguno de los dos terminará dominando. Ford, GM y Tesla van por el camino de Apple y optan por hacer e integrar todo el producto. Waymo de Alphabet y curiosamente Apple están tomando la senda del Android e invierten primeramente en los sistemas operativos y bases de datos para vehículos autónomos.
La diferencia es que cuando se trata de teléfonos o computadora sólo hay lugar para que triunfe un jugador integrado: Apple. En vehículos autónomos, hay una serie de jugadores compitiendo por ser el equivalente a ser el modelo Android.No todos pueden triunfar.
Si se tienene en cuenta las patentas, el liderazgo lo tiene una empresa tecnológica, Waymo, con 2.118 patentes registradas desde 2007. Le siguen GM y Ford con más o menos la mitad. Las automotrices están más acostumbradas a avances tranquilos e incrementales, no a estos saltos vertiginosos que ha introducido la tecnología de hoy. Les podría costar más adaptarse.
Otras compañías optan por prescindir de la protección de las patentes para ganar rapidez y agilidad. En tecnología de vehículos eléctricos (EV) casi 800 patentes se presentaron entre 2014 y 2017, muchas de ellas por Qualcomm, Hyundai, Ford, y Mitsubishi. Tesla, en cambio, puso todas sus patentes en fuente abierta en 2014 para dedicarse a lo que llama su ventaja competitiva contratando a los mejores y mejorando sus procesos y operaciones. Musk ha escrito que el liderazgo en tecnología no se define por patentes sino por la capacidad para atraer y motivar a los ingenieros más talentosos del mundo.