Posible apertura para France Telecom

Esto ocurriría luego de haber pasado dos años desde que se abrió el mercado de las telecomunicaciones. A las operadoras francesas les costará insertarse para competir en el mercado.

3 enero, 2001

(EFE).- El mercado de las telecomunicaciones está abierto del todo desde el martes (1 de enero) en Francia, como en el resto de la Unión Europea, pero pasarán unos meses hasta que los competidores de France Telecom estén en condiciones de ofrecer a los usuarios alternativas reales en telefonía local.

Dos años después de la apertura a la competencia en las comunicaciones nacionales e internacionales, pasa a la historia el monopolio del operador público francés en telefonía local y el acceso rápido a Internet (ADSL).

Teóricamente, cada abonado de France Telecom podría cancelar ya su suscripción y acudir a un rival para todas sus necesidades de comunicaciones telefónicas y de acceso rápido a la red.

En la práctica, tendrá que esperar unos meses para beneficiarse de la liberalización del mercado.

“Es el comienzo de una larga historia con muchas batallas de reglamentación, y una toma muy progresiva de cuotas de mercado por parte de los competidores”, explicó el director general de FirstMark France, Thierry Mileo, al vespertino Le Monde.

Los operadores privados acusan a France Telecom de obstrucción, y casi todos han pospuesto hasta comienzos o finales de primavera el lanzamiento de ofertas para el público en general.

Además de retrasarse varios meses en darles la información indispensable para enlazar con sus 12.000 centrales de distribución de tráfico local, France Telecom quiere imponer a sus competidores precios de alquiler de equipos y líneas considerados como prohibitivos.

Para conectar a sus rivales, el operador quiere cobrarles 162,6 euros de derecho de acceso a sus equipos por línea.

La tarifa de 17,07 euros mensuales que reclama para alquilar a un rival una línea de acceso al abonado (para telefonía local y ADSL) es la más cara de toda la UE, donde la media es de 13 euros.

Además, la compañía pide 9,14 euros mensuales de alquiler por línea compartida (el competidor provee el Internet y el operador público la telefonía local).

El segundo operador telefónico francés, Cegetel (del grupo Vivendi Universal), advirtió en diciembre de que demandará a France Telecom ante la Autoridad de Regulación de Telecomunicaciones (ART) si no revisa sus tarifas a la baja.

Cegetel espera presentar una oferta de acceso ADSL en abril próximo, con cuatro meses de retraso sobre sus planes iniciales, mientras que el sueco Tele 2, el más competitivo en el mercado de las llamadas de larga distancia, piensa más bien en junio.

Otro operador, 9 Telecom, dice que espera comercializar una oferta de acceso ADSL para las pequeñas y medianas empresas en enero, y en febrero o marzo para el público en general.

Tan sólo un par de sociedades han anunciado ya sus ofertas ADSL, la recién nacida Mangoosta y Club Internet, filial del operador alemán Deutsche Telekom, con tarifas de alrededor de 45,7 euros al mes.

La de France Telecom y su filial Wanadoo es de 67 euros.

Para entrar ahora en el mercado, los competidores del operador público no tienen más remedio que revender la oferta ADSL de éste, sin margen alguno, pero los que aún así se lanzan lo hacen para conseguir una base de clientes y, sobre todo, no dejar el campo totalmente libre al antiguo monopolio.

Éste se ha preparado para afrontar la competencia, desplegando muy rápidamente su red nacional ADSL, que ya tiene a 70.000 abonados y dice que, para finales de 2002, habrá cubierto dos tercios de la población, con una inversión de 380 millones de euros en tres años.

Además de los obstáculos puestos por France Telecom, los que quieren entrar en el mercado afrontan las reticencias de los mercados financieros, cuyo entusiasmo por las aventuras de telecomunicaciones se ha esfumado tras el seísmo del coste de las licencias de telefonía móvil de tercera generación (UMTS).

De hecho, el endeudamiento de las compañías para hacerse con las codiciadas licencias preocupa a las autoridades.

Según los analistas, estas realidades financieras y el coste de las inversiones harán inevitables las alianzas, con lo cual, en lugar de las decenas de operadores que se creía que se lanzarían a la aventura de la telefonía local y ADSL, es muy probable que sólo sea un puñado de grandes aliados con operadores regionales.

(EFE).- El mercado de las telecomunicaciones está abierto del todo desde el martes (1 de enero) en Francia, como en el resto de la Unión Europea, pero pasarán unos meses hasta que los competidores de France Telecom estén en condiciones de ofrecer a los usuarios alternativas reales en telefonía local.

Dos años después de la apertura a la competencia en las comunicaciones nacionales e internacionales, pasa a la historia el monopolio del operador público francés en telefonía local y el acceso rápido a Internet (ADSL).

Teóricamente, cada abonado de France Telecom podría cancelar ya su suscripción y acudir a un rival para todas sus necesidades de comunicaciones telefónicas y de acceso rápido a la red.

En la práctica, tendrá que esperar unos meses para beneficiarse de la liberalización del mercado.

“Es el comienzo de una larga historia con muchas batallas de reglamentación, y una toma muy progresiva de cuotas de mercado por parte de los competidores”, explicó el director general de FirstMark France, Thierry Mileo, al vespertino Le Monde.

Los operadores privados acusan a France Telecom de obstrucción, y casi todos han pospuesto hasta comienzos o finales de primavera el lanzamiento de ofertas para el público en general.

Además de retrasarse varios meses en darles la información indispensable para enlazar con sus 12.000 centrales de distribución de tráfico local, France Telecom quiere imponer a sus competidores precios de alquiler de equipos y líneas considerados como prohibitivos.

Para conectar a sus rivales, el operador quiere cobrarles 162,6 euros de derecho de acceso a sus equipos por línea.

La tarifa de 17,07 euros mensuales que reclama para alquilar a un rival una línea de acceso al abonado (para telefonía local y ADSL) es la más cara de toda la UE, donde la media es de 13 euros.

Además, la compañía pide 9,14 euros mensuales de alquiler por línea compartida (el competidor provee el Internet y el operador público la telefonía local).

El segundo operador telefónico francés, Cegetel (del grupo Vivendi Universal), advirtió en diciembre de que demandará a France Telecom ante la Autoridad de Regulación de Telecomunicaciones (ART) si no revisa sus tarifas a la baja.

Cegetel espera presentar una oferta de acceso ADSL en abril próximo, con cuatro meses de retraso sobre sus planes iniciales, mientras que el sueco Tele 2, el más competitivo en el mercado de las llamadas de larga distancia, piensa más bien en junio.

Otro operador, 9 Telecom, dice que espera comercializar una oferta de acceso ADSL para las pequeñas y medianas empresas en enero, y en febrero o marzo para el público en general.

Tan sólo un par de sociedades han anunciado ya sus ofertas ADSL, la recién nacida Mangoosta y Club Internet, filial del operador alemán Deutsche Telekom, con tarifas de alrededor de 45,7 euros al mes.

La de France Telecom y su filial Wanadoo es de 67 euros.

Para entrar ahora en el mercado, los competidores del operador público no tienen más remedio que revender la oferta ADSL de éste, sin margen alguno, pero los que aún así se lanzan lo hacen para conseguir una base de clientes y, sobre todo, no dejar el campo totalmente libre al antiguo monopolio.

Éste se ha preparado para afrontar la competencia, desplegando muy rápidamente su red nacional ADSL, que ya tiene a 70.000 abonados y dice que, para finales de 2002, habrá cubierto dos tercios de la población, con una inversión de 380 millones de euros en tres años.

Además de los obstáculos puestos por France Telecom, los que quieren entrar en el mercado afrontan las reticencias de los mercados financieros, cuyo entusiasmo por las aventuras de telecomunicaciones se ha esfumado tras el seísmo del coste de las licencias de telefonía móvil de tercera generación (UMTS).

De hecho, el endeudamiento de las compañías para hacerse con las codiciadas licencias preocupa a las autoridades.

Según los analistas, estas realidades financieras y el coste de las inversiones harán inevitables las alianzas, con lo cual, en lugar de las decenas de operadores que se creía que se lanzarían a la aventura de la telefonía local y ADSL, es muy probable que sólo sea un puñado de grandes aliados con operadores regionales.

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