La empresa ha calculado que compartir su tecnología puede a veces resultar más rentable que guardar celosamente los derechos de propiedad de las patentes, y los secretos del negocio. Ya a principios del año había anticipado que iniciaba una nueva era en la manera de controlar su propiedad intelectual. Anunció en enero que liberaría 500 patentes para uso de terceros.
Ahora la compañía dice que serán gratuitas todas sus futuras contribuciones de patentes para los grandes grupos para comercio electrónico en la web, la “Organization for the Advancement of Structured Information Standards”.
IBM no es la única que está tomando por este camino. Todas las empresas, sean del sector que sean, están reconsiderando sus estrategias sobre propiedad intelectual, o sea qué compartir y qué mantener para sí. Internet, la globalización y las presiones de costos están obligando a las empresas a colaborar para lograr mayores ganancias y mayor productividad además de acelerar el ritmo del desarrollo de productos. Esa colaboración exige que las empresas compartan más información técnica con sus clientes corporativos, proveedores y socios industriales. El resultado, dicen los especialistas, es que están cambiando los términos de la ecuación en temas de propiedad intelectual.
La empresa ha calculado que compartir su tecnología puede a veces resultar más rentable que guardar celosamente los derechos de propiedad de las patentes, y los secretos del negocio. Ya a principios del año había anticipado que iniciaba una nueva era en la manera de controlar su propiedad intelectual. Anunció en enero que liberaría 500 patentes para uso de terceros.
Ahora la compañía dice que serán gratuitas todas sus futuras contribuciones de patentes para los grandes grupos para comercio electrónico en la web, la “Organization for the Advancement of Structured Information Standards”.
IBM no es la única que está tomando por este camino. Todas las empresas, sean del sector que sean, están reconsiderando sus estrategias sobre propiedad intelectual, o sea qué compartir y qué mantener para sí. Internet, la globalización y las presiones de costos están obligando a las empresas a colaborar para lograr mayores ganancias y mayor productividad además de acelerar el ritmo del desarrollo de productos. Esa colaboración exige que las empresas compartan más información técnica con sus clientes corporativos, proveedores y socios industriales. El resultado, dicen los especialistas, es que están cambiando los términos de la ecuación en temas de propiedad intelectual.