jueves, 21 de noviembre de 2024

No es el teléfono el que nos espía, podría ser algo todavía peor

spot_img

La relación de la humanidad con las computadoras está cambiando en forma drástica, pero el impacto social y económico todavía no se ve con claridad.

Si usted tiene un smartphone seguramente ha tenido esta inquietante experiencia en algún momento: después de tener una conversación cara a cara con una amiga en un lugar privado toma el teléfono y ve publicidades en las redes sociales que reflejan los detalles de su charla con una precisión insólita.

Los más inclinados a las teorías conspirativas sospechan que una app, o el teléfono mismo está grabando nuestras conversaciones. Esto no es así, dice Corin Purtill en una investigación que publica en Quartz, aunque si la sospecha es fuerte siempre se puede cambiar la configuración para reducir la cantidad de datos que pueden recoger las apps.

Pero volviendo al principio: ¿el teléfono nos espía? La respuesta corta es sí. Cuando usamos apps o Internet en cualquier smartphone, vamos dejando una huella de información que los anunciantes usan para informarse de qué compramos, dónde vamos o con quién hablamos, casi siempre sin nuestro conocimiento o consentimiento explícito.
Pero el mes pasado, julio 2021, 37 personas descubrieron que sus teléfonos los estaban espiando de una manera mucho más grave. Unas investigación coordinada   de distribuidoras de medios y organizaciones sin fines de lucro de todo el mundo reveló que la firma israelí de tecnología NSO Group vendía malware a gobiernos autoritarios que lo usaban para hackear los teléfonos de periodistas activistas de derechos humanos y abogados.
Esos 37 números eran parte de una lista filtrada de 50.000 números que el consorcio cree son objetivos actuales o deseados de los clientes de NSO. La lista incluye presidentes, primeros ministros, familiares de líderes de oposición y hasta que la lista no de de “objetivos u objetivos potenciales” y que “cualquier afirmación en contrario es falsa”.

Pero esta no es la primera vez que se habla del NSO Group. Al software de la compañía, Pegasus, también se lo acusó de jugar un papel en el asesinato en 2018 del reportero del Washington Post, Jamal Khashoggi. Y en 2019 Facebook demandó al NSO por supuestamente infectar 1.400 teléfonos para lograr acceder a las cuentas de Whatsapp de sus propietarios.
Este último escándalo pone al NSO Group nuevamente en el banquillo de los acusados junto con el mundo poco regulado del alquiler de hackers.

 Terroristas y criminales en un mundo oscuro

Terroristas, traficantes de drogas, pedófilos y otros criminales tienen acceso a tecnología avanzada y son más difíciles que nunca de monitorear, rastrear y capturar . Los delincuentes más peligrosos del mundo se comunican usando tecnología diseñada para proteger sus comunicaciones, mientras los organismos oficiales se esfuerzan por juntar evidencias e inteligencia sobre sus actividades.

A causa de esas preocupaciones globales, las naciones miembro de la alianza de inteligencia llamada Five EYES (FVEY) advierte que “la creciente brecha entre la capacidad de los organismos encargados de hacer cumplir las leyes para acceder en forma legal a los datos y su capacidad para adquirir y usar el contenido de esa información es una apremiante preocupación internacional que requiere atención urgente y sostenida .

Compartir:

spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img

Noticias

CONTENIDO RELACIONADO