Mir celebra 15 veces la llegada de 2001

Cada 24 horas, la estación espacial da 16 vueltas a la Tierra; así la tripulación se asoma 15 veces al siglo XXI. Sin embargo, los organizadores olvidaron proveer a los astronautas de lo necesario para celebrar la fiesta.

1 enero, 2001

(EFE).- La tripulación ruso-estadounidense de la Estación Espacial Internacional recibió ayer en órbita 15 veces la llegada de los nuevos año, siglo y milenio, y los expertos vaticinan la futura “colonización” de otros planetas, como Marte y la Luna.

“Cada 24 horas la estación orbital da 16 vueltas a la Tierra, de forma que la tripulación se asoma 15 veces al siglo XXI y vuelve 14 veces al XX”, informó Víctor Blágov, jefe adjunto del programa de vuelo por la parte rusa.

Blágov reconoció que en el ajetreo de los preparativos para lanzar al espacio la primera tripulación de la ISS, el pasado 31 de octubre, a los organizadores del vuelo se les olvidó proveer a los astronautas de lo necesario para celebrar el fin de año.

Desde entonces la Estación Espacial Internacional (ISS, según sus siglas en inglés) fue visitada por un transbordador estadounidense y una nave de carga rusa Progress, pero sus cargamentos se completaron hace meses, también sin pensar en fiestas y regalos de fin de año.

Como un premio de consolación infalible, les queda un componente obligatorio del equipaje de los cosmonautas rusos en sus misiones en la Mir: una pequeña reserva de coñac llevada de contrabando a bordo de la nave espacial y la estación orbital.

El CCVE reveló que las particularidades de los festejos en la órbita incluso sirvieron a uno de sus expertos para defender una tesis sobre “la celebración del Año Nuevo en el complejo orbital”.

La costumbre de ocultar coñac en su equipaje, que los controles dejan pasar movidos por una comprensible solidaridad y con el tácito consentimiento de los responsables de vuelos, es parte de los ritos formados durante décadas de exploración del espacio y de trabajo en la Mir y que los rusos extendieron ahora a la ISS.

En cuanto a la Mir, que recientemente dio un susto con fallos del suministro energético que interrumpieron sus comunicaciones con la Tierra e hicieron temer su caída descontrolada sobre el planeta, será destruida en febrero próximo.

Tras casi tres lustros de trabajos ininterrumpidos, en noviembre se decidió la desconexión total de la Mir debido al incremento de los fallos técnicos, al haber superado cinco veces su plazo de vida útil, y la falta de presupuestos para mantenerla en funcionamiento.

Por orden de la Tierra, la Mir descenderá su órbita hasta que, entre el 27 y el 28 de febrero, parte de la estación se destruirá en la atmósfera terrestre y el resto caerá en el océano Pacífico convertido en metal incandescente.

Fuentes rusas informaron de que la Mir, que ahora se encuentra a unos 300 kilómetros de altura, durante las próxima semana podrá ser observada a simple vista en el Reino Unido, y el 8 de enero sobrevolará Londres dos veces seguidas.

Con el relevo espacial traspasado de la Mir a la ISS, el veterano cosmonauta ruso Valeri Poliakov se mostró hoy convencido de que en el nuevo siglo la Humanidad no se limitará a volar alrededor de la Tierra, sino que procederá a “explorar y colonizar otros planetas, como la Luna y el Marte”.

“Mi propia expedición ya fue un ensayo de los futuros vuelos interplanetarios”, dijo Poliakov, quien ostenta el récord mundial de duración con 437 días trabajados en la Mir en una sola misión.

Según el cosmonauta ruso, “hoy esto suena a ciencia ficción, pero tales proyectos serán reales en el futuro”, cuando los astronautas perfeccionen en la Estación Internacional la experiencia de trabajo y “longevidad espacial” ensayada con éxito en la Mir.

(EFE).- La tripulación ruso-estadounidense de la Estación Espacial Internacional recibió ayer en órbita 15 veces la llegada de los nuevos año, siglo y milenio, y los expertos vaticinan la futura “colonización” de otros planetas, como Marte y la Luna.

“Cada 24 horas la estación orbital da 16 vueltas a la Tierra, de forma que la tripulación se asoma 15 veces al siglo XXI y vuelve 14 veces al XX”, informó Víctor Blágov, jefe adjunto del programa de vuelo por la parte rusa.

Blágov reconoció que en el ajetreo de los preparativos para lanzar al espacio la primera tripulación de la ISS, el pasado 31 de octubre, a los organizadores del vuelo se les olvidó proveer a los astronautas de lo necesario para celebrar el fin de año.

Desde entonces la Estación Espacial Internacional (ISS, según sus siglas en inglés) fue visitada por un transbordador estadounidense y una nave de carga rusa Progress, pero sus cargamentos se completaron hace meses, también sin pensar en fiestas y regalos de fin de año.

Como un premio de consolación infalible, les queda un componente obligatorio del equipaje de los cosmonautas rusos en sus misiones en la Mir: una pequeña reserva de coñac llevada de contrabando a bordo de la nave espacial y la estación orbital.

El CCVE reveló que las particularidades de los festejos en la órbita incluso sirvieron a uno de sus expertos para defender una tesis sobre “la celebración del Año Nuevo en el complejo orbital”.

La costumbre de ocultar coñac en su equipaje, que los controles dejan pasar movidos por una comprensible solidaridad y con el tácito consentimiento de los responsables de vuelos, es parte de los ritos formados durante décadas de exploración del espacio y de trabajo en la Mir y que los rusos extendieron ahora a la ISS.

En cuanto a la Mir, que recientemente dio un susto con fallos del suministro energético que interrumpieron sus comunicaciones con la Tierra e hicieron temer su caída descontrolada sobre el planeta, será destruida en febrero próximo.

Tras casi tres lustros de trabajos ininterrumpidos, en noviembre se decidió la desconexión total de la Mir debido al incremento de los fallos técnicos, al haber superado cinco veces su plazo de vida útil, y la falta de presupuestos para mantenerla en funcionamiento.

Por orden de la Tierra, la Mir descenderá su órbita hasta que, entre el 27 y el 28 de febrero, parte de la estación se destruirá en la atmósfera terrestre y el resto caerá en el océano Pacífico convertido en metal incandescente.

Fuentes rusas informaron de que la Mir, que ahora se encuentra a unos 300 kilómetros de altura, durante las próxima semana podrá ser observada a simple vista en el Reino Unido, y el 8 de enero sobrevolará Londres dos veces seguidas.

Con el relevo espacial traspasado de la Mir a la ISS, el veterano cosmonauta ruso Valeri Poliakov se mostró hoy convencido de que en el nuevo siglo la Humanidad no se limitará a volar alrededor de la Tierra, sino que procederá a “explorar y colonizar otros planetas, como la Luna y el Marte”.

“Mi propia expedición ya fue un ensayo de los futuros vuelos interplanetarios”, dijo Poliakov, quien ostenta el récord mundial de duración con 437 días trabajados en la Mir en una sola misión.

Según el cosmonauta ruso, “hoy esto suena a ciencia ficción, pero tales proyectos serán reales en el futuro”, cuando los astronautas perfeccionen en la Estación Internacional la experiencia de trabajo y “longevidad espacial” ensayada con éxito en la Mir.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades