Microsoft acata finalmente los fallos de la Unión Europea
El gigante informático norteamericano desiste de apelar nuevamente las decisiones de Bruselas y el tribunal supremo de la UE (Luxemburgo). Mario Monti: estuvimos acertados en no admitir compromisos extrajudiciales ni tecnológicos.
Al cabo de tres años, la firma de William Gates subscribió un acuerdo con la comisión europea, donde acepta las condiciones impuestas en 2004. En ese momento, la prensa conservadora anglosajona y latinoamericana calificó casi de sacrilegio las sanciones de Bruselas al ícono del software.
Básicamente, la CE declaró que Microsoft abusaba del predominio en el mercado vía sistema operativo Windows (93% de las computadoras de escritorio lo cargan) para ahogar la competencia en escala europea y mundial. Así sostuvo entonces Monti y así sostiene hoy su sucesora como comisaria antimonopolio, la holandesa Neelie Kroes. “Desde siempre, el capitalismo estadounidense proclama la libertad de mercados, pero apela a maniobras y subterfugios para bloquear rivales”, recalcó el italiano.
“Esta decisión cristaliza los objetivos que me había fijado en marzo de 2004 y que Romano Prodi –actual primer ministro y entonces presidente de la UE- compartía. No haríamos concesiones a Steve Ballmer (CEO) y no las hicimos”, afirmó Monti. “Microsoft pretendía que atenuáramos exigencia y nos pusiésemos en línea con el blando fallo del departamento federal de justicia, emitido en 2003 e influido por las conexionen republicanas de Gates en Washington”.
La CE impuso a la empresa la mayor multa dispuesta hasta el momento, € 497 millones (por entonces, unos US$ 620 millones). Pero la clave tecnológica reside en ofrecer a terceros todas las versiones Windows sin el agregado de MediaPlayer, un sistema para bajar música de moda. Aparte de no tornar obligatorio un mero instrumento de marketing, Microsoft ha gastado ya € 280.500.000 (US$ 392.750.000) en dos millones de enmiendas diarias a códigos de acceso al sistema operativo. En suma, la compañía ha pagado ya unos € 777,5 millones (US$ 1.090 millones) por su fallido intento de restringir la competencia.
Al cabo de tres años, la firma de William Gates subscribió un acuerdo con la comisión europea, donde acepta las condiciones impuestas en 2004. En ese momento, la prensa conservadora anglosajona y latinoamericana calificó casi de sacrilegio las sanciones de Bruselas al ícono del software.
Básicamente, la CE declaró que Microsoft abusaba del predominio en el mercado vía sistema operativo Windows (93% de las computadoras de escritorio lo cargan) para ahogar la competencia en escala europea y mundial. Así sostuvo entonces Monti y así sostiene hoy su sucesora como comisaria antimonopolio, la holandesa Neelie Kroes. “Desde siempre, el capitalismo estadounidense proclama la libertad de mercados, pero apela a maniobras y subterfugios para bloquear rivales”, recalcó el italiano.
“Esta decisión cristaliza los objetivos que me había fijado en marzo de 2004 y que Romano Prodi –actual primer ministro y entonces presidente de la UE- compartía. No haríamos concesiones a Steve Ballmer (CEO) y no las hicimos”, afirmó Monti. “Microsoft pretendía que atenuáramos exigencia y nos pusiésemos en línea con el blando fallo del departamento federal de justicia, emitido en 2003 e influido por las conexionen republicanas de Gates en Washington”.
La CE impuso a la empresa la mayor multa dispuesta hasta el momento, € 497 millones (por entonces, unos US$ 620 millones). Pero la clave tecnológica reside en ofrecer a terceros todas las versiones Windows sin el agregado de MediaPlayer, un sistema para bajar música de moda. Aparte de no tornar obligatorio un mero instrumento de marketing, Microsoft ha gastado ya € 280.500.000 (US$ 392.750.000) en dos millones de enmiendas diarias a códigos de acceso al sistema operativo. En suma, la compañía ha pagado ya unos € 777,5 millones (US$ 1.090 millones) por su fallido intento de restringir la competencia.
