¿Le enseña algo al marketing Donald Trump?

Sí: cuando una marca (como un candidato a la presidencia) no ocupa un lugar de liderazgo, el camino más corto hacia la fama  es siempre tratar de convertirse en la solución de uno solo de los muchos temas que preocupas a la gente.

10 agosto, 2015

Donald Trump arrancó su campaña por la candidatura presidencial atacando a los inmigrandes mexicanos y la indignación estalló por todas partes: La NBC lo echó; macy’s lo echó; Univision se apartó de la elección de Missd USA.: la Asociación nacional de golf anunció que este año hará su Grand Slam de gold en otro lugar y la Federal Aviation Administration ha decidido cambiar de nombre a tres bases después de las declaraciones del multimillonario.

 

A pesar de todas estas reacciones en contra, el magnate subió en las encuestas entre los republicanos hasta quedar cabeza a cabeza con Jeb Bush. Los únicos dos candidatos con dos dígitos de aceptación (Bush 16,1%, Trump, 15.8%).

 

O sea, que Trump creció desde prácticamente cero al primer puesto. “¿Cómo lo logró? “, pregunta Al Ries en Advertising Age: “Ocupándose de un solo tema: la inmigración.”

 

Donald Trump, dice Ries, tiene un ego enorme, como la mayoría de los políticos. Y cuando se tiene un ego grande se tiende a creer que uno se las sabe todas.                               Y cuando se toma posición sobre todos los temas, se termina alejando a la mayoría de los votntes que no están de acuerdo en por lo menos uno de esos temas. No es posible agradar a todos en todos los temas.

 

Cuando se toma posición en todo, el candidato no no representa nada espeecial en la mente de ls votantes. ¿Qué es Jeb Bush para los votantes? ¿Qué es Chris Shristi para los votantes? Nada en especial. ¿Pero qué es Donald Trump? Alguien que hará todo lo posible por limitar y contener la inmigración de latinos.

Las grandes marcas suelen cometer el mismo error que los políticos. Pretenden abarcar toda una constelación de temas. Es cierto que las marcas deben tener muchas dimensiones. De hecho las tienen y eso es algo que les funciona a las grandes marcas como Coca-Cola, Hertz, General Electric, Google y muchas otras.

 

Pero si una marca no es líder, desarrollar una estrategia que incluya muchas dimensiones es un método que garantiza nunca llegar a líder. Una marca que no es líder, debe, como Donald Trump, quien de cero pasó a ser líder ocupándose tan solo de uno de los problemas que preocupa a muchos norteamericanos: la inmigración.

 

 

 

 

 

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