En los últimos 30 años durante los cuales nació y floreció la computación masiva,hemos visto surgir y morir productos con bastante frecuencia. Uno de los casos más recientes, el e-book, que ya no vende como hace unos años. Los “wearables” sin embargo, parece que van a protagonizar otra historia porque las compañías que los hacen se esfuerzan por combinar muy bien forma y fondo.
Para finales de este año se calcula que el mercado de “wearables” llegará a tocar aproximadamente los US$ 14.000 millones. Para 2019, esa cifra se calcula que ese número crecerá a US$ 25.000 millones que significarán la venta de 200.000 millones de dispositivos wearables. Si bien algunos productos irrumpen en el mercado y captan momentáneamente la atención del público (como los e-readers que llegaron a tener de 25 millones de unidades y ahora se calcula que en 2017 venderán sólo 7 millones, algo diferente ocurre con los wearables. Los consumidores no se cansan y la categoría está creciendo mientras las empresas desarrollan cada vez más productos combinando inteligentemente diseño y función y así conquistar consumidores. Gracias a Apple, Google y muchas otras empresas sabemos que es posible combinar diseño y funcionalidad para que trabajen juntos a favor de la gente. Esos dispositivos son a la vez prácticos y elegantes. Por eso gustan y por eso crecen.
