Los celulares no son insalubres

Un estudio de un hospital británico refuta la hipótesis de que las radiaciones emitidas por los celulares afecta al cerebro.

28 abril, 2000

Los teléfonos celulares no suponen un peligro para la salud de sus usuarios, según un informe de un grupo de expertos del hospital escocés “Tayside University” que se divulgará el 11 de mayo.

El estudio, realizado por un equipo de neurólogos y físicos que ha dirigido el profesor William Stewart, desmiente que las radiaciones que emite un teléfono celular afecten negativamente al cerebro.

Tras diez meses de investigaciones, estos expertos concluyen que carece de fundamento la relación causa-efecto entre las irradiaciones que produce un móvil y la aparición de enfermedades como la pérdida de memoria o tumores.

El informe señala que este tipo de teléfonos calientan el cerebro sólo una décima de grado, mientras que la temperatura del cuerpo humano varía normalmente un grado a lo largo del día.

Pese a los resultados, los estudiosos del hospital escocés pedirán un mayor control de las radiaciones para adecuar la normativa británica a la europea e instarán al Ministerio de Sanidad a financiar más investigaciones sobre el hipotético riesgo de los móviles para la salud.

Las compañías de telefonía móvil, involucradas hasta el pasado jueves en la concesión de licencias de telefonía móvil de tercera generación en el Reino Unido, acogerán con satisfacción las conclusiones de la investigación, conscientes del daño comercial que supone un estudio médico que subraya el peligro de su producto para el consumidor.

Pero la publicación del informe no quedará exenta de polémica tras las críticas que acusan al equipo del profesor Stewart de estar influido por la Mesa de Protección Radiológica Nacional, que ha auspiciado el trabajo de los expertos y que, desde el primer momento, apoyó la teoría de que los celulares son seguros.

El informe del hospital “Tayside University” provocará, sin duda, numerosas reacciones, frente a aquellas investigaciones que apuntan a la exposición prolongada al teléfono móvil como una posible causa de cáncer, aunque dicha vinculación todavía no se ha demostrado.

Por otro lado, Stewart y sus colegas dicen estar impresionados por la vehemencia que ha encontrado en quienes se oponen a la colocación de postes para dar señal a los celulares y por la nula participación del público en la decisión de levantar estos mástiles.

Por ello, el informe hace una serie de recomendaciones para que sea más fácil impedir la instalación de estos postes, especialmente cuando están cerca de escuelas.
Unos 20.000 mástiles de este tipo pueblan el mapa del Reino Unido y el número parece que se incrementará en el futuro.

La empresa británica del sector Orange, por ejemplo, tiene previsto aumentar estos sostenes de 6.500 a 10.000 para finales del próximo año.

Entre las sugerencias del estudio destaca un sistema de control de la colocación de nuevos postes y la cesión de competencias a los ayuntamientos para velar por la seguridad de la población ante cualquier riesgo para la salud pública.

Estas medidas, que incluyen asimismo un registro nacional de torres de señal para móviles, han tenido ya un precedente en una sugerencia similar hecha por un comité medioambiental del Parlamento de Escocia.

No obstante, el Ministerio británico de Comercio e Industria se ha opuesto a un cambio en los procedimientos para la instalación de postes porque, según la administración central, la industria quedaría acorralada por las políticas locales.

Fuente: EFE

Los teléfonos celulares no suponen un peligro para la salud de sus usuarios, según un informe de un grupo de expertos del hospital escocés “Tayside University” que se divulgará el 11 de mayo.

El estudio, realizado por un equipo de neurólogos y físicos que ha dirigido el profesor William Stewart, desmiente que las radiaciones que emite un teléfono celular afecten negativamente al cerebro.

Tras diez meses de investigaciones, estos expertos concluyen que carece de fundamento la relación causa-efecto entre las irradiaciones que produce un móvil y la aparición de enfermedades como la pérdida de memoria o tumores.

El informe señala que este tipo de teléfonos calientan el cerebro sólo una décima de grado, mientras que la temperatura del cuerpo humano varía normalmente un grado a lo largo del día.

Pese a los resultados, los estudiosos del hospital escocés pedirán un mayor control de las radiaciones para adecuar la normativa británica a la europea e instarán al Ministerio de Sanidad a financiar más investigaciones sobre el hipotético riesgo de los móviles para la salud.

Las compañías de telefonía móvil, involucradas hasta el pasado jueves en la concesión de licencias de telefonía móvil de tercera generación en el Reino Unido, acogerán con satisfacción las conclusiones de la investigación, conscientes del daño comercial que supone un estudio médico que subraya el peligro de su producto para el consumidor.

Pero la publicación del informe no quedará exenta de polémica tras las críticas que acusan al equipo del profesor Stewart de estar influido por la Mesa de Protección Radiológica Nacional, que ha auspiciado el trabajo de los expertos y que, desde el primer momento, apoyó la teoría de que los celulares son seguros.

El informe del hospital “Tayside University” provocará, sin duda, numerosas reacciones, frente a aquellas investigaciones que apuntan a la exposición prolongada al teléfono móvil como una posible causa de cáncer, aunque dicha vinculación todavía no se ha demostrado.

Por otro lado, Stewart y sus colegas dicen estar impresionados por la vehemencia que ha encontrado en quienes se oponen a la colocación de postes para dar señal a los celulares y por la nula participación del público en la decisión de levantar estos mástiles.

Por ello, el informe hace una serie de recomendaciones para que sea más fácil impedir la instalación de estos postes, especialmente cuando están cerca de escuelas.
Unos 20.000 mástiles de este tipo pueblan el mapa del Reino Unido y el número parece que se incrementará en el futuro.

La empresa británica del sector Orange, por ejemplo, tiene previsto aumentar estos sostenes de 6.500 a 10.000 para finales del próximo año.

Entre las sugerencias del estudio destaca un sistema de control de la colocación de nuevos postes y la cesión de competencias a los ayuntamientos para velar por la seguridad de la población ante cualquier riesgo para la salud pública.

Estas medidas, que incluyen asimismo un registro nacional de torres de señal para móviles, han tenido ya un precedente en una sugerencia similar hecha por un comité medioambiental del Parlamento de Escocia.

No obstante, el Ministerio británico de Comercio e Industria se ha opuesto a un cambio en los procedimientos para la instalación de postes porque, según la administración central, la industria quedaría acorralada por las políticas locales.

Fuente: EFE

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