El último avance que se anuncia en seguridad bancaria es una tarjeta de crédito que permite a los usuarios autorizarlo solo con su huella digital. Eso tiene dos ventajas: aumenta la seguridad y es una bendición para quienes se olvidan de su PIN.
Pero también una desventaja para las personas que tienen más de 60 años: parece que las huellas dactilares se desdibujan con la edad. A los 62 se observa una notable declinación en el número de huellas que se pueden leer con facilidad, según un trabajo realizado en la Purdue University en Estados Unidos y en la Universidad INHA en Surcorea.
El problema, que afecta tanto a hombres como a mujeres, se debe a que la piel se va volviendo más delgada y va a haciendo menos pronunciadas las huellas. Además, las manos se resecan y a veces es necesario humedecer l dedo para obtener una buena huella digital.
La advertencia sobre este hecho se realizó a un mes del anuncio en Gran Bretaña de una nueva tarjeta del Royal Bank of Scotland que permite a sus usuarios autorizar una transacción sólo con apoyar el pulgar sobre una almohadilla en la tarjeta. Así no deben recordar su PIN.
La nueva tarjeta necesita diminutas baterías para escanear y leer las huellas dactilares. Si la batería está baja podría ser más difícil la lectura. Pero si surgen cualquiera de esos posibles problemas, siempre se puede recurrir al viejo PIN para realizar la transacción.