En opinión del doctor Prem Jagyasi, especialista en estrategia y temas globales, aunque esos vehículos no necesariamente contaminan las autopistas, el impacto ambiental general es objeto de debate si la electricidad que usan sigue siendo suministrada por plantas energéticas alimentadas con carbón. Para fabricar autos eléctricos que tengan realmente emisión cero están pensando en vehículos que dependan de la energía solar. Todo lo que tienen que hacer es cubrir la carrocería del auto con una delgada película de paneles fotovoltaicos y el auto se irá cargando a medida que se mueve.
Aunque la idea suena tentadora y podría realmente dar vuelta todo en la industria automotriz, el hecho es que no sabemos si los conductores van a querer que sus autos dependan de una fuente de energía no confiable. La idea de alimentar un vehículo con electricidad no es nueva y la generación de energía solar existe desde hace varias décadas. Sin embargo, cuando se trata de combinar ambas tecnologías, el resultado final es o algo demasiado ineficiente o demasiado caro. En cualquiera de los casos, los vehículos alimentados con energía solar se presentan como un fracaso comercial aun cuando sean ganadores absolutos en la escala ambiental
Caros:
Generar energía solar no es algo económico, especialmente si consideramos un vehículo que tiene una gran cantidad de placas fotovoltaicas en su carrocería. Aun cuando usemos los paneles solares más eficientes, igualmente la energía debe ser almacenada en baterías colocadas en el auto, que tampoco son ni muy eficientes ni muy baratas. Para que los autos con energía solar realmente puedan despegar comercialmente los inventores deben encontrar un nuevo medio de almacenar la energía y tienen que reducir el costo de las películas fotovoltaicas sin comprometer su eficiencia. Si lo hacen correctamente, los autos a energía solar serán un poco caros al principio, pero finalmente compensarán a sus propietarios en términos de ahorro de combustible.
Dependencia del clima:
Los autos eléctricos que están en el mercado necesitan muchas horas para recargar sus baterías, después de lo cual pueden andar algunos cientos de millas como máximo. Cuando se les acaba la energía, el conductor tiene dos opciones, una es esperar unas ocho horas para recargar nuevamente las baterías o dejar el auto y tomar otro medio de transporte.
Ahora bien, si imaginamos un ve3hículo alimentado totalmente por energía solar, las baterías tomarán todavía más tiempo para cargarse. En el caso de un viaje en un día nublado habrá que rogar a Dios que las baterías no se acaben hasta haber llegado a destino. La energía solar siempre ha sido criticada por ser demasiado dependiente del clima y, por lo tanto, un auto alimentado exclusivamente con ella no es práctico. La única solución es un auto que tenga alguna forma de sistema de generación de energía eólica trabajando en tándem como los generadores de energía solar. Ocurre que muchas veces cuando está nublado hay viento y cuando hay sol no hay viento. Pero un híbrido de esa naturaleza costará todavía más debido a la inclusión de generadores de energía eólica de última generación.
Por ahora, concluye Prem, se puede decir que aun si los fabricantes de autos sacan vehículos a energía solar, sólo los comprarán aquellos muy interesados en preservar el medio ambiente y que cuenten con los medios necesarios. El resto esperará que la tecnología evolucione al punto en que los fabricantes encuentren la forma de desarrollar autos limpios con combustibles limpios generados por una mezcla de tecnologías que generen energía renovable.