Luego de realizar una serie de experimentos con ellas y observarlas con detenimiento descubrieron cosas como éstas.
Observaron que pueden avanzar con velocidad a través de espacios muy bajos haciendo lo que los cientívicos llaman reptar sin las piernas mediante la fricción del cuerpo sobre el suelo como si fueran gusanos. Y vieron también que pueden aguantar compresión 300 veces superior a su propio peso corporal.
Luego usaron esos descubrimientos para hacer un robot que puede aguantar la presión de grandes pesos, achatar su esqueleto y moverse a través de espacios muy reducidos. Un robot que puede ser de vital importancia para casos de desastres y derrumbes, donde es necesario llegar a personas atrapadas.
Se llama el VelociRoACH (RoACH por Robotic Autonomous Crawling Hexapod) es una cucaracha artificial de cuatro pulgadas de largo que puede escapar a la increíble velocidad 27 longitudes de su propio cuerpo por segundo. Si bien no es el robot más rápido del mundo, es el más rápido por su tamaño.
Fue creado por el Biomimetic Millisystems Lab de la UC Berkeley. Es delgado, flexible y tiene patas en forma de letra C que imitan las patas tipo espiral de las cucarachas. Esas patas le permiten correr a velocidad. Este diminuto robot también funciona como una cucaracha cuando encuentra un obstáculo: en lugar de rodearlo, lo sube y luego baja.
Véanlo acá:
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