La tecnología IA todavía no está lista

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Actualmente se sostiene que los motores de búsqueda equipados con chatbots con inteligencia artificial mejoran la experiencia de buscar en la web porque generan respuestas más auténticas a nuestras preguntas en lugar de enviar las conocidas listas de links como hacen las búsquedas actuales.

Sólo que hasta ahora las cosas no han salido como se planeaban, como lo muestra Melissa Heikillä en el MIT Technology Review.

Allí cuenta que apenas dos segundos después de que Microsoft dejó que sus empleados probaran su nuevo motor de búsquedas Bing equipado con ChatGPT, comenzaron a descubrir que respondía a algunas preguntas con respuestas equivocadas o sin sentido.

Google pasó un mal momento cuando los científicos detectaron un error fáctico en la propia publicidad de la compañía para su chatbot Bard, que terminó significándole una pérdida de US$ 100.000 millones en la valor de sus acciones.

El problema reside en que todavía la tecnología no está lista para ser usada de ese modo y en esa escala.

Open AI, el creador de ChatGPT, insiste en que todavía es un proyecto de investigación y que está en constante mejoramiento con el aporte de mucha gente.

Eso no impidió que Microsoft lo incorpore a la nueva versión de Bing, a pesar de saber que los resultados de las búsquedas podrían no ser confiables.

Nada de estos tropiezos significa que las búsquedas con inteligencia artificial sean una causa perdida.

El problema fundamental por ahora es que estos modelos IA inventan información y presentan falsedades como verdades. Y cuando un texto generado por IA parece fidedigno y cita fuentes, podría llevar a que los usuarios no sientan la necesidad de chequear la información.

Chirag Shah, profesor de la Universidad de Washington especializado en búsquedas en línea dice que la precisión de los resultados de las búsquedas no es el verdadero objetivo de las grandes empresas tecnológicas. Aunque Google inventó la tecnología que está alimentando el actual auge de la inteligencia artificial, los aplausos y la atención se centran firmemente en OpenAI y su patrocinador, Microsoft. “Sin duda es embarazoso para Google. Ahora están en una posición defensiva. Hacía mucho tiempo que no estaban así”, afirma Shah.

Hay un juego aún más grande que el de las búsquedas impulsadas por IA, añade Shah. La búsqueda es sólo una de las áreas en las que los dos gigantes tecnológicos están luchando entre sí. También compiten en servicios de computación en la nube, software de productividad y software empresarial. La IA conversacional se convierte en una forma de exhibir tecnología punta que se traduce en estas otras áreas de negocio.

 

 

 

 

 

 

 

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