La fe en el progreso ha reemplazado la religiosidad como respuesta al tema de cómo ser feliz en sociedades seculares. Antes eran las creencias religiosas las que generaban bienestar y daban a los creyentes una sensación de control sobre el mundo salvaje. Ahora, sin embargo, el progreso es la religión que hace sentir mejor a sus creyentes. La ciencia satisface a la sociedad secular, dice un grupo de psicólogos de la Universidad de Colonia, Alemania. En realidad, rezar ante el altar de la tecnología brinda más beneficios a los devotos del progreso que los dioses tradicionales dan a los creyentes.
Los investigadores encuestaron a q.500 personas en los Países Bajos sobre sus valores, religiosidad, rasgos de personalidad, creencias sobre progreso, contrl personal y satisfacción en la vida.Sobre la base de las respuestas, concluyen que la creencia en el progreso científico-tecnológico y la religiosidad están asociados a una mayor satisfacción en la vida. Sin embargo, le confianza en el progreso hace que la gente se sienta mucho mejor que lo que logra la religión.
Los psicólogos sugieren que una de las razones de esto es que el progreso ofrece soluciones a problemas reales y visibles mientras que todo lo que se refiere a Dios es abstracto.