En un futuro más o menos cercano las compañías tecnológicas apostarán a que sus clientes pasen buena pafte de su tiempo inmersos en mundos virtuales. Esa apuesta al llamado metaverso instó a Mark Zuckerberg a anunciar el 28 de octubre del año pasado que cambiaba el nombre de Facebook Inc. por el de Meta Platforms Inc.; también llevó a Nike a comprar, en diciembre 2021, RTFKT, una compañía que produce objetos virtuales, incluidas zapatillas; y a Seúl, la capital surcoreana, a anunciar un plan para ofrecer una serie de servicios públicos y acontecimientos culturales a través de una municipalidad virtual.
Todas estas decisiones se relacionan con el “metaverso”, una versión inmersiva de la internet que depende fuertemente de la tecnología de realidad virtual. En lugar de navegar o de enviar mensajes online, se podría sentir que se está físicamente en el lugar, interactuando con versiones virtuales de personas lugares y tiendas reales.
Del mismo modo, cuando Microsoft ofreció pagar en enero 2022 US$ 75.000 millones por Activision Blizzard – la gigantesca compañía especializada en videojuegos – sus ejecutivos mencionaron la palabra metaverso más de diez veces en un llamado a los inversores. La compañía tiene planes que van mucho más allá de los videojuegos porque ve la adquisición como un camino hacia el metaverso. Ya en noviembre del año pasado, había anunciado planes para preparar una versión más inmersiva de su software Teams.
Si la compra de Activision es aprobada por los reguladores – algo nada seguro – sería la adquisición más grande que Microsoft haya hecho jamás, con un precio que es 27 veces más alto que sus tres últimas compras juntas. Contar con Activision le permitirá a Microsoft, que ya tiene la consola de juegos Xbox, controlar franquicias como Call of Duty, World of Warcraft y Overwatch, tres posibles piezas clave para el “acceso ilimitado” que ofrece por un costo de diez dólares mensuales. También se haría con tecnología cloud de alta velocidad, fundamental para llevar las experiencias de realidad aumentada (RA) y realidad virtual (RV) a todas partes. Lo más importante de la operación es que instala la próxima batalla en productos tecnológicos para el consumidor entre Microsoft y Meta, por el dominio de los mundos virtuales donde la gente juega y trabaja.