Independientemente de su estado socioeconómico o discapacidades, advierte el último informe de la consultora Trendsity que dirige Mariela Mociulsky. Es similar a la idea de la renta básica universal pero se centra en el transporte para luchar contra las desigualdades.
El supuesto es que una combinación de asociaciones y políticas debe brindar apoyo para cubrir los costos de viaje y garantizar que todos puedan acceder a la movilidad de manera segura y efectiva.
En Los Ángeles, las autoridades estiman que los residentes no pueden tener más oferta de trabajo por falta de un automóvil o porque necesitan mejor acceso a transporte público. La ciudad lanzó un nuevo programa piloto para ofrecer a unos 2.000 residentes de barrios desfavorecidos 150 dólares en ayuda mensual para billetes de autobús y tren públicos, así como servicios de transporte bajo demanda y alquiler de scooters, bicicletas y vehículos eléctricos.
La ciudad californiana de Bakersfield ahora proporciona a 100 residentes jóvenes y de bajos ingresos pases gratuitos para la línea de autobús local y cinco viajes gratis por día a través de un programa compartido de bicicletas eléctricas y scooters.
En Pittsburgh, Pensilvania, una aplicación de movilidad como servicio (MaaS), Move PGH, permite a los usuarios reservar una variedad de modos de transporte, incluidas opciones eléctricas asequibles. En Helsinki los residentes pueden comprar pases mensuales a través de Whim, una aplicación que integra opciones de transporte público, taxis y vehículos compartidos.
Algunos esquemas van incluso más allá: la capital de Estonia, Tallin, eliminó todas las tarifas de tránsito para los residentes de la ciudad registrados, mientras que Luxemburgo se convirtió en el primer país en hacer que el tránsito marítimo gratuito sea para todos en 2020. La iniciativa Walsall Workwise en West Midlands en Inglaterra cubre los costos de viaje para personas que buscan trabajo.
Abordar la desigualdad a través de la movilidad es central teniendo en cuenta que los estudios indican que las minorías étnicas, los estudiantes, los ancianos y las mujeres corren un riesgo particular de pobreza en el transporte así como también familias monoparentales o personas con discapacidad o con problemas de movimiento. La movilidad es un importante facilitador de la inclusión social y el bienestar.