La medicina afina la puntería

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 A 13 años del secuenciamiento del genoma humano, la medicina está a punto de cambiar.

Utilizando las diferencias individuales en los genes de los pacientes para sumarlas a datos sobre el medio ambiente, la historia clínica y el estilo de vida, se va haciendo realidad la prometida medicina de precisión. Precisión es un término amplio que generalmente describe un método  que combina datos de diversas fuentes  para crear un retrato médico de cada persona y diseñar tratamientos más personalizados. Es un gran cambio con respecto al actual modelo médico, que se basa en  tratamientos genéricos y adecuados para la mayor cantidad de personas posible. Como todo gran cambio, éste implicará sortear muchos desafíos  a las prácticas actuales de la medicina, desde regulación hasta desarrollo de medicamentos.

La gran pregunta es cuáles serán los sectores de la medicina se van a beneficiar.

 

Un grupo que ya se está beneficiando es el de las start-ups. Los capitalistas de riesgo ya llevan invertidos no menos de US$ 7.000 millones en pequeños grupos biofarmacéuticos, según datos del Silicon Valley Bank—en gran parte, tentados por el entusiasmo por los nuevos avances en medicina genética y otras tecnologías.

 

Loxo Oncology es una de esas pequeñas compañías. Su fundador, Joshua Bilenker, dice que la empresa se vio beneficiada por la gran disponibilidad de información pública en fuentes como el Cancer Genome Atlas del National Institutes of Health. También  hay financiamiento público y privado.

 

La esperanza es que la medicina de precisión se va a utilizar para tratar las enfermedades graves. Pero su inclusión no va a resultar fácil. Esas enfermedades son complejas y podrían no tener un claro componente genómico.

 

Como se  preparan para tratar grupos más chicos de pacientes, los medicamentos personalizados no van a generar ingresos impresionantes. Compañías como Loxo – que acaba de desarrollar una droga nueva para tratar un cáncer muy agresivo – probablemente tenga que cobrar grandes sumas de dinero por paciente para recuperar su inversión. El costo promedio para un tratamiento oncológico se calcula actualmente en unos US$ 10.000 por mes, pero después de diez años de fuerte inflación de precios en drogas oncológicas, las aseguradoras comienzan a cuestionarlos. Lo mismo los pacientes, quienes cada vez más tienen que pagar de su bolsillo una parte importante de ese costo.

 

También está el riesgo tecnológico. ­Editas Medicine es una compañía dedicada a usar una nueva forma de edición de genes llamada CRISPR/Cas9 para tratar condiciones médicas provocadas por desórdenes genómicos. La compañía, que proyecta comenzar las pruebas clínicas el año próximo, deberá perfeccionar muchos aspectos científicos complicados antes de lograr eficiencia.

 

Además de la necesidad de saber más sobre el genoma, la medicina de precisión debe reunir información sobre el entorno, estilo de vida e historia clínica. Empresas como WellDoc y Omada están tratando de encontrar maneras de usar teléfonos móviles y computadoras para conectarse con los pacientes, especialmente con los que padecen  enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión, para registrar datos sobre estado de salud y estilo de vida y poder así ayudarlos mejor además de ayudar a la medicina  a encontrar soluciones.

 

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