Últimamente mucho se habla de IoT o Internet of Things, pero pocos conocen su significado y alcance. Concretamente, esta tecnología permite conectar todo tipo de “cosas” (máquinas, vehículos, electrodomésticos, o cualquier tipo de bien) a través de Internet (cable, Wi-Fi o red celular) para conocer sus estados (encendido, consumo, ubicación, etc.) e incluso poder operarlos desde la nube.
Yendo al campo de la logística, encender o apagar las luces de un depósito -cómodamente desde cualquier lugar- o controlar su temperatura mediante sensores sin la necesidad de hacerlo manualmente son ejemplos de Internet de las cosas.
En este sentido, se trata de una industria que posee una gran cantidad de procesos, donde se debe cuidar el orden en la producción, la comercialización y la distribución de mercancías. En este contexto, a menudo la logística presenta las siguientes problemáticas:
Flota
Las inconvenientes más recurrentes suelen ser conocer la posición exacta de los vehículos (y los recorridos realizados, diaria e históricamente) y saber con exactitud si están operando, encendidos, apagados, detenidos, o se encuentran efectuando los recorridos previamente planificados. Al mismo tiempo conocer sus niveles de fluidos y combustibles o emisiones de C02. En respuesta a esto, incorporar sensores que revelen esa información y la transmitan vía red celular o Wi-Fi a una plataforma online que entienda y analice los datos, permite obtener información clave para la toma de decisiones.
Carga
Tener conocimiento y seguridad de que la carga que está siendo transportada sigue los parámetros de cuidado necesarios y no está sufriendo alteraciones entre la salida del depósito y la llegada a destino. “Internet de las cosas” permite asegurar de forma óptima el traslado de mercancías a través de la incorporación de sensores, que entre otras cosas permiten: medir la temperatura del producto o la cámara frigorífica que lo transporta, vibración en productos frágiles, protección de la carga mediante precintos, detectores de cambio de presión, acústica, volumen libre, entre otros factores relevantes.
Servicio al cliente
Existen dos grandes problemáticas según sea la llegada a destino en logística de tipo “punto a punto” o de “de última milla”. Para el primer caso es importante identificar problemas para medir la puntualidad de llegada y la estimación del arribo, demoras en descarga, entre otras. En el segundo, los problemas pueden ser resueltos si se optimiza el orden de entregas, se cuenta con el mejor orden posible; tiempo de arribo, si la entrega se efectuó o no y la demora asociada; relevamiento de información en punto de entrega (parcial, total, cobro, acuse de recibo), entre otras.
La implementación de IoT en la logística, permite cruzar la información de localización geo-espacial de clientes y flota y agregar periféricos para la adquisición de información como pantallas táctiles, lectoras de códigos de barras, RFID, o todo tipo de sensores que están constantemente conectadas a Internet y cuentan con información actualizada al minuto. Lo cual permite una rápida visualización de los datos en Internet, para poder tomar decisiones y analizar la información disponible de forma ordenada.
Por otra parte, dentro del propio ámbito logístico existe desconocimiento sobre –por ejemplo- donde están los productos dentro del almacén, el control de entrada y salida de bienes o las condiciones de almacenamiento. IoT en este caso mide todas esas condiciones e incorpora sensores climáticos, controles de iluminación automáticos, tags de RFID para la entrada y salida, checklist y control de rondas para la seguridad. Con sensores de volumen y presencia de productos se puede conocer cómo se van moviendo los productos dentro del almacén y dónde están ubicados. Lo más importante es que estos sensores se conectan vía Wi-Fi a Internet.
Ante un contexto de múltiples problemas que pueden afectar la cadena logística, el uso de IoT ofrece alternativas para solucionarlos. La principal es la posibilidad de conectar todos los bienes de manera simple y económica a Internet, obteniendo la posibilidad de operarlos y monitorearlos desde cualquier dispositivo en cualquier parte del mundo con una simple conexión a Internet, ya que toda la información y la lógica asociada radica en Internet.
Una vez que los activos se conectan vía web, nuevas versiones del software y lógica de los sensores como de los sistemas, se simplifican y se actualizan automáticamente al instante.
Hace un tiempo que la implementación de IoT dejó de ser algo abstracto, existen múltiples industrias que ya adoptaron este tipo de soluciones, como las de transporte de larga distancia (punto a punto), para optimizar las herramientas de seguridad, gestión y servicios de valor agregado.
Recientemente otras industrias han descubierto los atributos de IoT, tales como:
· Transporte para última milla (para la optimización y control de entregas) y Residuos (para mejorar la gestión, con sensores en contenedores, control total del vehículo, rutas optimizadas y relevamiento de incidencias geo-referenciadas).
· Correos: Track & Trace con información al usuario final del estatus de la entrega.
· Transporte de pasajeros: para dar a conocer estimación de tiempos de arribo, asociado a la información de tránsito y sistemas de información en estaciones.
Otro atributo de IoT es que contribuye con el medio ambiente ya que permite obtener mayor información del daño atmosférico, como huella de carbono, sensores de contaminación de aire y sonora. Para efectuar diagnósticos más acertados y planes de acción a medida del nivel contaminación o prevención.