La mayoría de la gente no está muy familiarizada con el concepto de inteligencia artificial. Cuando en 2017 se preguntó sobre ella, en Estados Unidos a 1.500 líderes empresariales, muchos no sabían con seguridad qué es o cómo podría afectar a sus compañías. Sí sabían que tiene la posibilidad de trastocar los procesos de negocios, pero no veían con claridad cómo la podrían aplicar en sus respectivas organizaciones.
Y sin embargo, IA es una tecnología que está transformando todos los caminos de la vida. Es una herramienta de amplio alcance que permite a la gente pensar otra forma de integrar información, analizar datos y usar los aprendizajes para mejorar la toma de decisiones.
Las percepciones y visiones fluctúan en un amplio arco. En un extremo, los que anuncian el retorno de Terminator y de un mundo donde los seres humanos serán esclavos de las máquinas, ya que estas aprenderán a pensar como humanos.
En el otro, los optimistas con razonamiento que arguyen que las máquinas pueden aprender a hacer muchas tareas, pero nunca a funcionar como el cerebro de un ser humano. Por tanto –dicen– aprovechemos todas las ventajas que nos brindan. Los valiosos testimonios que siguen iluminan estas perspectivas con enriquecedores enfoques.