El abandono “del auto propio” es una de las grandes tendencias que se auguran en tecnología. De esa tendencia se hace eco Kara Swisher en su columna de opinión en el New York Times. “Tener auto será como tener un caballo, un hobby evocador, una rareza interesante y cool para salir a dar una vuelta los domingos”.
Luego de lanzar esta bomba aclara: “Seguiremos manejando, con toda seguridad, pero lo que se acaba para las próximas décadas es esta idea de comprar un vehículo, mantenerlo, asegurarlo y pagar un lugar donde estacionarlo.
Según ella, esto es lo más importante que ocurre desde la aparición del iPhone. Uber y Lyft siguen creciendo; crece el uso de bicicletas y motos, aparecen avionetas con despegue y aterrizaje vertical y todo tipo de tecnologías autónomas.
Si bien la gente tiene una relación especial con sus autos y es difícil imaginar que los abandonen. Pero también usaban planos de papel para orientarse en las rutas y ahora usan el GPS; también abandonaron las cartas de papel que enviaban por correo por el fax y luego por el email; también abandonaron la TV de aire por el cable y ahora por la televisión “on demand”.
Todo lo que se puede digitalizar será digitalizado. Es sólo que algunos hábitos son más duros de cambiar y llevan más tiempo.
Esto es más difícil de imaginar con el pesado trozo de metal que es un auto, pero los pasos hacia el cambio están a la vista. Se comienza usando un servicio como el de Uber y ya no se usa tanto el auto propio. Cuando estos servicios se multipliquen desaparecerá la necesidad de usar un auto propio.
La revolución viene más por el lado de empresas privadas que por el del transporte público. Pero la inspiración viene de la ecología (reducir las emisiones) y de la salud (caminar más, andar en bicicleta).