La adicción a la tecnología fue provocada

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Las compañías tecnológicas pasaron años tratando de que sus tecnologías sean lo más adictivas posible.

En la Universidad de Stanford había un laboratorio llamado “Persuasive Technology Lab”. El grupo de alumnos que asistía era conocido como “la clase Facebook”. De la mano del instructor BJ Fogg, estudiaban cómo “persuadir a los usuarios a hacer determinadas cosas” , según informa Wired.com. El artículo dice que “la clase desarrollaba las técnicas para hacer las apps y los dispositivos adictivos” y que los miembros de la clase luego crearon Instagram y productos de diseño en compañías como Google, Facebook y Uber.

Fogg negó ante la CNN que su clase enseñara a crear tecnología adictiva.

Uno de los miembros de la Clase Facebook fue Tristan Harris, quien fue luego a trabajar a Google en “ética de diseño”. Hablando de aquel momento   dijo a radio TED de NPR, “que todo su trabajo se relacionaba con “cómo hacer para captar la atención”.”Cómo enganchar a la gente y hacer que pase más y más tiempo mirando la pantalla o cómo conseguir más vistas, más clics o más avisos”.

Después de irse de Google en 2016, Harris fundó una ONG llamada The Center for Humane Technology Centro para una tecnología humana) y comenzó el movimiento “Time Well Spent” (Tiempo bien empleado).

Ese movimiento tuvo gran repercusión en Silicon Valley y dio origen a una oleada de cambios en la industria tecnológica.

Ahora las compañáis tecnológicas buscan formas de reducir la adicción a las redes sociales y demás.

 

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