IPad sí o iPad no para el bebé
Nos resulta muy gracioso ver a un bebé cambiando con su dedito las páginas del iPad. Nos maravillamos de sus capacidades y de paso lo dejamos que se entretenga y nos deje en paz por un rato. ¿Pero es bueno? Los expertos todavía no se ponen de acuerdo si la pantalla en esa etapa del desarrollo hace bien o hace daño.
Es cierto que el dispositivo los mantiene ocupados, interesados y que muchos juegos interactivos tienen beneficios educativos, pero en realidad todavía no sabemos cómo afectan las tabletas el desarrollo del cerebro. Los dispositivos digitales se introdujeron en la vida familiar con tanta rapidez que las investigaciones científicas, se quedaron atrás y todavía no han formulado consejos para el consum ode medios para los niños pequeños.
Por ahora, entonces, la American Academy of Pediatrics recomienda en términos muy generales evitar el tiempo en pantalla en niños menores de dos años, un momento en el cual el cerebro se desarrolla a toda velocidad. “Los bebés aprenden mejor interactuando con personas, no con pantallas”, dice la Academia.
Y sin embargo, en Estados Unidos, por lo menos 38% de los menores de dos años ya han usado un dispositivo móvil.
Un experto en primera infancia británico, el doctor Richard House, argumenta que las tabletas pueden ser peligrosas para el desarrollo de los bebés y deberían evitarse a toda costa. Según él, el uso de esos dispositivos en los más chiquitos es “innecesario, inapropiado y dañino”, escribió en una revista especializada. “No tenemos idea (tampoco los neurocientistas) de cuál es el impacto de esas tecnologías en el cerebro en desarrollo, y el cerebro todavía está desarrollándose rápidamente en la primera infancia.
Cualquiera sea el valor educativo de los juegos interactivos que se juegan en el iPad, dice, se puede adquirir mejor con interacción en el mundo real. Algunos científicos han sugerido que una interacción intensa con la tecnología podría afectar negativamente el desarrollo socio-emocional del niño y House dice incluso que mucho tiempo de pantalla también podría alterar la percepción sensorial.
