Más de 1.700.000 hectáreas de bosques, campos y pastizales, se incendiaron en el último mes en tres provincias argentinas.
Las previsiones, de acuerdo al pronóstico del clima, no son alentadoras; hasta el viernes se esperan temperaturas de 37° en las zonas afectadas, lo que no contribuirá a apagar el fuego.
En La Pampa la superficie quemada alcanza a 1.300.000 hectáreas, y en el sur mendocino, otras 400.000.
Estos 17.000 kilómetros cuadrados representan una superficie apenas menor que la de países como Israel (20.000 kilómetros cuadrados) o El Salvador (21.000 kilómetros cuadrados), sin contar el incendio declarado en el vivero municipal de Claromecó, partido de Tres Arroyos, provincia de Buenos Aires.
En La Pampa, el frente de fuego alcanzó 50 kilómetros y provocó una gran mortandad de animales y la pérdida de la producción cerealera en varias zonas de la provincia.
Si se confirman las evaluaciones preliminares sería la quemazón más grande de la historia provincial; el foco más grande está instalado en la zona de La Reforma, un pequeño ubicado en la zona semidesértica del sudoeste pampeano.
En Mendoza las llamas continúan devorando campos; “La situación es absolutamente grave porque no hay expectativas de lluvia y los fuertes vientos expanden la combustión de los campos”, aseguró el director de Recursos Naturales de la provincia, Leopoldo León.
Desde que comenzaron los incendios, diez días atrás, se han quemado 400 mil hectáreas en las zonas rurales de San Rafael y General Alvear, a unos 250 kilómetros de la capital mendocina.
Las tormentas eléctricas sin precipitaciones y la escasa humedad generaron nuevos focos en los campos de Goico, en el límite entre San Rafael y General Alvear, y en las localidades vecinas de Monte Comán y Real del Padre.
Es imprevisible conocer el rumbo de las llamas por las fuertes ráfagas de viento y los permanentes cambios de dirección de la corriente de aire.
En la costa bonaerense, el incendio iniciado el domingo en el llamado vivero de Claromecó era ayer combatido por dos helicópteros y doce dotaciones de bomberos, que no lograban controlarlo.
En un comunicado de prensa Prefectura aseguró que el incendio tiene “aproximadamente 2 kilómetros de extensión sobre la costa y unos 300 metros de profundidad hacia el continente”. Aunque el pueblo de Claromecó no corría peligro, tuvieron que ser evacuados los campings del Automóvil Club Argentino y de la Federación de Luz y Fuerza.
Más de 1.700.000 hectáreas de bosques, campos y pastizales, se incendiaron en el último mes en tres provincias argentinas.
Las previsiones, de acuerdo al pronóstico del clima, no son alentadoras; hasta el viernes se esperan temperaturas de 37° en las zonas afectadas, lo que no contribuirá a apagar el fuego.
En La Pampa la superficie quemada alcanza a 1.300.000 hectáreas, y en el sur mendocino, otras 400.000.
Estos 17.000 kilómetros cuadrados representan una superficie apenas menor que la de países como Israel (20.000 kilómetros cuadrados) o El Salvador (21.000 kilómetros cuadrados), sin contar el incendio declarado en el vivero municipal de Claromecó, partido de Tres Arroyos, provincia de Buenos Aires.
En La Pampa, el frente de fuego alcanzó 50 kilómetros y provocó una gran mortandad de animales y la pérdida de la producción cerealera en varias zonas de la provincia.
Si se confirman las evaluaciones preliminares sería la quemazón más grande de la historia provincial; el foco más grande está instalado en la zona de La Reforma, un pequeño ubicado en la zona semidesértica del sudoeste pampeano.
En Mendoza las llamas continúan devorando campos; “La situación es absolutamente grave porque no hay expectativas de lluvia y los fuertes vientos expanden la combustión de los campos”, aseguró el director de Recursos Naturales de la provincia, Leopoldo León.
Desde que comenzaron los incendios, diez días atrás, se han quemado 400 mil hectáreas en las zonas rurales de San Rafael y General Alvear, a unos 250 kilómetros de la capital mendocina.
Las tormentas eléctricas sin precipitaciones y la escasa humedad generaron nuevos focos en los campos de Goico, en el límite entre San Rafael y General Alvear, y en las localidades vecinas de Monte Comán y Real del Padre.
Es imprevisible conocer el rumbo de las llamas por las fuertes ráfagas de viento y los permanentes cambios de dirección de la corriente de aire.
En la costa bonaerense, el incendio iniciado el domingo en el llamado vivero de Claromecó era ayer combatido por dos helicópteros y doce dotaciones de bomberos, que no lograban controlarlo.
En un comunicado de prensa Prefectura aseguró que el incendio tiene “aproximadamente 2 kilómetros de extensión sobre la costa y unos 300 metros de profundidad hacia el continente”. Aunque el pueblo de Claromecó no corría peligro, tuvieron que ser evacuados los campings del Automóvil Club Argentino y de la Federación de Luz y Fuerza.
