Francia quedó afuera del cohete Vega

Luego de un año de tensiones entre italianos y franceses respecto a la viabilidad de este proyecto para el lanzamiento de satélites, finalmente Francia decidió construir su propio propulsor P80.

22 octubre, 2000

Francia no participará en el proyecto de cohete Vega, liderado por Italia, pero en cambio se encargará de la fabricación de su propulsor, el P80, que en el futuro también será utilizado en los lanzamientos Ariane, señaló ayer (sábado21) un portavoz de la Agencia Espacial Europea (ESA).

Según los términos de este acuerdo, Francia -que considera que el Vega no es viable comercialmente- se quedará fuera de los nuevos lanzamientos en los que intervendrán Italia, Bélgica, España, Holanda, Suecia y Suiza, explicó el portavoz.

Por su parte, el Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) de Francia , que es el país con la industria espacial más potente de Europa, se compromete a construir el propulsor P80, que en 2010 podrá ser utilizado para los cohetes Ariane y financiará 35% de su costo, estimado en unos 130 millones de euros.

El compromiso firmado ayer pone fin a un año de divergencias entre franceses e italianos sobre la viabilidad de Vega, que debe entrar en servicio entre 2004 y 2005, para poner en órbita baja satélites de entre 1.000 y 1.500 kilos.

Según el programa, cuyo costo previsto se sitúa entre 320 y 330 millones de euros, está previsto cuatro o cinco lanzamientos anuales, de los cuales tres o cuatro serían para la puesta en órbita de satélites científicos de observación y el resto comerciales.

El retraso para alcanzar un compromiso además de retrasar el proyecto, creó tensiones entre italianos y franceses, ya que los primeros congelaron toda su participación financiera en los programas de desarrollo de Ariane y amenazaron con oponerse a la aprobación del convenio de la ESA que permite la financiación del centro espacial de Kurú, en la Guayana francesa.

Francia no participará en el proyecto de cohete Vega, liderado por Italia, pero en cambio se encargará de la fabricación de su propulsor, el P80, que en el futuro también será utilizado en los lanzamientos Ariane, señaló ayer (sábado21) un portavoz de la Agencia Espacial Europea (ESA).

Según los términos de este acuerdo, Francia -que considera que el Vega no es viable comercialmente- se quedará fuera de los nuevos lanzamientos en los que intervendrán Italia, Bélgica, España, Holanda, Suecia y Suiza, explicó el portavoz.

Por su parte, el Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) de Francia , que es el país con la industria espacial más potente de Europa, se compromete a construir el propulsor P80, que en 2010 podrá ser utilizado para los cohetes Ariane y financiará 35% de su costo, estimado en unos 130 millones de euros.

El compromiso firmado ayer pone fin a un año de divergencias entre franceses e italianos sobre la viabilidad de Vega, que debe entrar en servicio entre 2004 y 2005, para poner en órbita baja satélites de entre 1.000 y 1.500 kilos.

Según el programa, cuyo costo previsto se sitúa entre 320 y 330 millones de euros, está previsto cuatro o cinco lanzamientos anuales, de los cuales tres o cuatro serían para la puesta en órbita de satélites científicos de observación y el resto comerciales.

El retraso para alcanzar un compromiso además de retrasar el proyecto, creó tensiones entre italianos y franceses, ya que los primeros congelaron toda su participación financiera en los programas de desarrollo de Ariane y amenazaron con oponerse a la aprobación del convenio de la ESA que permite la financiación del centro espacial de Kurú, en la Guayana francesa.

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