La idea es apenas una entre las 120 startups que surgen del Politécnico, la universidad de ciencia y tecnología de Milán.
Es un caso perfecto de teoría que se vuelve realidad. Se ha encontrado una nueva forma de aislar sonidos molestos mediante serie periódicas y repetitivas de objetos esféricos intercomunicados mecánicamente. “Lo que es nuevo e innovador es que no importa de qué material estén hechos. Podrían ser de cemento o de plástico reciclado, da igual; lo que importa no es la sustancia de la que están hechos sino su diseño, su forma.
Después de registrar dos patentes existe la posibilidad concreta de producir prototipos para lanzarlo en el mercado gracias al financiamiento aportado por un nuevo fondo de capital de riesgo formado conjuntamente por el Politécnico de Milán y 360 Capital Markets.
En la prueba que está comenzando esta semana de investigadores se convierten en empresarios.
La idea es simple: Phononic Vibes diseña módulos capaces de absorber sonidos y vibraciones canalizándolos a través de túneles compuestos por estructuras innovadoras. . “Teóricamente podríamos usar cualquier tipo de material. Desde el punto de vista comercial esto es una ventaja enorme, porque los que tienen que construir infraestructura necesitan contener los costos, explicó Giovanni Capellari, director de operaciones de la compañía. “Básicamente nosotros construimos paneles insonorizados para autopistas y para líneas de subterráneos, capaces de absorber los sonidos de trenes y vagones a velocidad.Una de las aplicaciones que estamos estudiando es la posibilidad de usar ondas de sonido y vibraciones para producir electricidad y dar iluminación callejera”.
“Se trata de una startup que tiene todo para crecer”, dice Stefano Mainetti, director de la incubadora Polihub. “Tiene los derechos de propiedad intelectual sobre los sistemas que produce, ha pasado con éxito las pruebas iniciales en laboratorios y las de Ferrovie Nord y ha implementado los consejos dados por nuestra oficina de transferencia tecnológica”.
