Por Pablo Rodríguez Romeo (*)
Luego de un par de días y con ya todos los servicios activos, podemos analizar los motivos que originaron la caída mundial de Facebook, Instagram y Whatsapp, que tantos dolores de cabeza trajo a los usuarios de todo el mundo. Las versiones que circulan del incidente son muchas, oficiales y extraoficiales, de ciberataques y fallas humanas.
Si bien, la versión más fuerte es que se trató de un problema de DNS, hay hipótesis que indican que se debió a que Facebook se borró a sí mismo en una tarea de mantenimiento de rutina. Otras más fundamentalistas hablan de un ciberataque mundial que comprometió usuarios y contraseñas de millones de personas en todo el planeta.
Por su parte, la palabra oficial, en boca de Santosh Janardhan, vicepresidente de Infraestructura de Facebook, indica que “los cambios de configuración en los enrutadores de la red troncal que coordinan el tráfico de red entre nuestros centros de datos causaron problemas que interrumpieron esta comunicación. Esta interrupción en el tráfico de la red tuvo un efecto en cascada en la forma en que se comunican nuestros centros de datos, paralizando los servicios “.
Lo cierto es que el 4 de octubre después del mediodía el mundo se detuvo y por más de 5 horas pareció que dejaba de funcionar. Nadie podía mandar mensajes por Whatsapp ni chequear las redes sociales, menos aún subir contenido. Por eso, la pregunta ineludible que surge es: ¿estas caídas pueden volver a darse o se trata de un caso excepcional?
Si hacemos un poco de memoria, no hace mucho tiempo algo similar ocurrió, solo que por menos tiempo. Por lo tanto, no podemos asegurar que no vuelva a suceder; nadie está exento, ni siquiera este gigante. Por eso, como especialista en Ciberseguridad mi recomendación es:
- En primer lugar, modificar las contraseñas de las cuentas involucradas y siempre activar el segundo factor de autenticación. Si bien no es oficial, hay versiones que aseguran que los datos de millones de usuarios se filtraron.
- Por otro lado, es un buen momento para comenzar a utilizar otros servicios de mensajería, como por ejemplo Telegram, Signal, Napoleón (NN Chat), WeChat, entre otros; muchos de los cuales son tanto o más seguros que Whatsapp, utilizan mensajes y datos de usuarios cifrados y aportan mucha más seguridad que los servicios más populares.
- Como siempre advierto, no brindar gratuitamente nuestros datos personales a las redes sociales. Para esto, chequear los ajustes de la privacidad de las cuentas. Esto permitirá evitar que los contenidos se encuentren abiertos a todos los usuarios, configuración que muchas veces se mantiene habilitada por default.
- Por último, leer los Términos y Condiciones de cada red social o cuenta a la que suscribimos y revisar los permisos a los que acceden las aplicaciones antes de descargarlas.
(*) Ingeniero, Perito Informático Forense, especialista en Seguridad – Socio del Estudio CySI de Informática Forense – www.cysi.com.ar