Empezó cumbre sobre cyberdelincuencia

En París comenzó el lunes la reunión del Grupo de los 8 sobre delitos en Internet. Diferencia entre Estados Unidos y Europa.

15 mayo, 2000

Las diferencias entre Estados Unidos y Europa en materia de lucha contra los delitos en Internet se hicieron patentes en los primeros debates de la conferencia del G-8 sobre ciberdelincuencia que se abrió el lunes en París.

En la inauguración de este primer foro mundial, que reúne durante tres días a unos 300 políticos, juristas, policías, funcionarios y empresarios de los siete países más industrializados del mundo y Rusia (G-8), el ministro francés del Interior, Jean-Pierre Chevenement, abogó por la cooperación internacional en la lucha contra los delitos cometidos en Internet.

Pero, contrariamente a lo que defiende EEUU, esta cooperación no pasa, según Chevenement, por la creación de una “ciberpolícia” que trascienda las fronteras y las soberanías nacionales.

“Los Estados deben conservar la responsabilidad y la capacidad de actuar. Sólo con Estados soberanos se puede organizar la voluntad y la capacidad de actuación colectiva, primero en el ámbito interno, y luego mediante la cooperación internacional”, afirmó Chevenement.

El ministro dijo que “no existe ni es necesario crear un derecho específico de Internet y de las redes” y se mostró a favor de que cada país “desarrolle” su propia oficina central de lucha contra la criminalidad ligada a las tecnologías de la información y de la comunicación y que esas estructuras cooperen entre sí.

Aprovechó para anunciar que en Francia funcionará desde mañana esa oficina central de lucha contra la ciberdelincuencia.

Otro aspecto destacado por Chevenement fue la necesidad de “encontrar un equilibrio entre los servicios represivos y la obligación de garantizar el respeto a la vida privada de las personas” y, para ello, se debe “vigilar que las nuevas tecnologías no se conviertan en un instrumento universal de control y de advertencia”.

Aunque el ministro eludió referirse a ello, hay numerosas divergencias entre los países industrializados, sobre todo entre europeos y estadounidenses, sobre la forma de combatir la ciberdelincuencia, dicen los expertos.

EEUU defiende la puesta en marcha de mecanismos rápidos de reacción contra el pirateo informático, los timos en la red y otros delitos asociados con las nuevas tecnologías, en definitiva, una ciberpolicía capaz de luchar contra delitos de carácter tan universal como lo es Internet.

En Europa, en cambio, la mayoría de los países defienden el mantenimiento de las legislaciones vigentes de forma a proteger la vida de las personas al tiempo que se refuerza la cooperación internacional para hacer frente a la ciberdelincuencia.

Estas diferencias a un lado y otro del Atlántico no son nuevas, pero fenómenos como el virus “Iloveyou” que hace días causó estragos al contaminar millones de computadoras de todo el mundo y los ataques el pasado febrero contra proveedores estadounidenses de primera línea, entre ellos “Yahoo”, obligan a hallar soluciones comunes al problema.

El lado espectacular del virus “Iloveyou” y de anteriores ataques “no debe impulsarnos a actuar con precipitación. Es un tema demasiado complicado para que bajo la presión de acontecimientos graves, pero que cobran rápidamente dimensiones emocionales, se tomen decisiones precipitadas que no correspondan a la verdadera naturaleza del problema”, advirtió Chevenement.

Descartada la ciberpolicía, Francia aboga por “un instrumento jurídico que tenga un alcance universal”, que se está negociando en el Consejo de Europa, donde se definen los delitos y las modalidades de cooperación de los Estados para combatirlos.

Chevenement dijo que el eventual convenio debería abrirse a la firma de todos los Estados, no sólo de los 41 miembros del Consejo, porque no debe haber “paraísos digitales” o “paraísos internet”.

El primer ministro francés, Lionel Jospin, que acudió a la inauguración de una nueva fábrica de la empresa de informática ST Microelectronics en el sureste, pidió salvar la libertad que ofrece el desarrollo de internet y, a la vez, “controlar sus excesos”, en un mensaje leído por Chevenement.

En su vista a la fábrica, el jefe del Gobierno francés anunció la creación de una universidad especializada en las nuevas tecnologías que se ubicará cerca de Marsella.

No se esperan decisiones concretas en la reunión abierta en París, pero sus conclusiones serán presentadas en la próxima cumbre del G-8 en Okinawa (Japón) en julio próximo.

Fuente: EFE

Las diferencias entre Estados Unidos y Europa en materia de lucha contra los delitos en Internet se hicieron patentes en los primeros debates de la conferencia del G-8 sobre ciberdelincuencia que se abrió el lunes en París.

En la inauguración de este primer foro mundial, que reúne durante tres días a unos 300 políticos, juristas, policías, funcionarios y empresarios de los siete países más industrializados del mundo y Rusia (G-8), el ministro francés del Interior, Jean-Pierre Chevenement, abogó por la cooperación internacional en la lucha contra los delitos cometidos en Internet.

Pero, contrariamente a lo que defiende EEUU, esta cooperación no pasa, según Chevenement, por la creación de una “ciberpolícia” que trascienda las fronteras y las soberanías nacionales.

“Los Estados deben conservar la responsabilidad y la capacidad de actuar. Sólo con Estados soberanos se puede organizar la voluntad y la capacidad de actuación colectiva, primero en el ámbito interno, y luego mediante la cooperación internacional”, afirmó Chevenement.

El ministro dijo que “no existe ni es necesario crear un derecho específico de Internet y de las redes” y se mostró a favor de que cada país “desarrolle” su propia oficina central de lucha contra la criminalidad ligada a las tecnologías de la información y de la comunicación y que esas estructuras cooperen entre sí.

Aprovechó para anunciar que en Francia funcionará desde mañana esa oficina central de lucha contra la ciberdelincuencia.

Otro aspecto destacado por Chevenement fue la necesidad de “encontrar un equilibrio entre los servicios represivos y la obligación de garantizar el respeto a la vida privada de las personas” y, para ello, se debe “vigilar que las nuevas tecnologías no se conviertan en un instrumento universal de control y de advertencia”.

Aunque el ministro eludió referirse a ello, hay numerosas divergencias entre los países industrializados, sobre todo entre europeos y estadounidenses, sobre la forma de combatir la ciberdelincuencia, dicen los expertos.

EEUU defiende la puesta en marcha de mecanismos rápidos de reacción contra el pirateo informático, los timos en la red y otros delitos asociados con las nuevas tecnologías, en definitiva, una ciberpolicía capaz de luchar contra delitos de carácter tan universal como lo es Internet.

En Europa, en cambio, la mayoría de los países defienden el mantenimiento de las legislaciones vigentes de forma a proteger la vida de las personas al tiempo que se refuerza la cooperación internacional para hacer frente a la ciberdelincuencia.

Estas diferencias a un lado y otro del Atlántico no son nuevas, pero fenómenos como el virus “Iloveyou” que hace días causó estragos al contaminar millones de computadoras de todo el mundo y los ataques el pasado febrero contra proveedores estadounidenses de primera línea, entre ellos “Yahoo”, obligan a hallar soluciones comunes al problema.

El lado espectacular del virus “Iloveyou” y de anteriores ataques “no debe impulsarnos a actuar con precipitación. Es un tema demasiado complicado para que bajo la presión de acontecimientos graves, pero que cobran rápidamente dimensiones emocionales, se tomen decisiones precipitadas que no correspondan a la verdadera naturaleza del problema”, advirtió Chevenement.

Descartada la ciberpolicía, Francia aboga por “un instrumento jurídico que tenga un alcance universal”, que se está negociando en el Consejo de Europa, donde se definen los delitos y las modalidades de cooperación de los Estados para combatirlos.

Chevenement dijo que el eventual convenio debería abrirse a la firma de todos los Estados, no sólo de los 41 miembros del Consejo, porque no debe haber “paraísos digitales” o “paraísos internet”.

El primer ministro francés, Lionel Jospin, que acudió a la inauguración de una nueva fábrica de la empresa de informática ST Microelectronics en el sureste, pidió salvar la libertad que ofrece el desarrollo de internet y, a la vez, “controlar sus excesos”, en un mensaje leído por Chevenement.

En su vista a la fábrica, el jefe del Gobierno francés anunció la creación de una universidad especializada en las nuevas tecnologías que se ubicará cerca de Marsella.

No se esperan decisiones concretas en la reunión abierta en París, pero sus conclusiones serán presentadas en la próxima cumbre del G-8 en Okinawa (Japón) en julio próximo.

Fuente: EFE

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