Neuralink, la compañía creada por el multimillonario emprendedor, presentó a fin de agosto un cerdo al que se le introdujo en su cerebro un chip computarizado durante dos meses. Es uno de los primeros pasos en la búsqueda de curaciones a enfermedades humanas.
Neuralink, cofundada por Musk en 2016, se propone implantar interfaces cerebrales inalámbricas que incluyen miles de electrodos en el órgano más complejo del ser humano con miras a curar afecciones neurológicas como el Alzheimer, la demencia senil o afecciones en la médula espinal.
“Un dispositivo implantable puede resolver todos esos problemas”, dijo Musk en un webcast, y mencionó problemas como la pérdida de memoria, la pérdida de audición, la depresión y el insomnio.
Este fin de semana, Musk hizo una presentación de este chip cerebral en una granja porcina: mostró a una cerda llamada Gertrude con un chip implantado en el cerebro.
En realidad, mostró tres cerdos: uno con el chip implantado (Gertrude), otro sin implante y un tercero que había tenido implantado un chip que luego le fue extraído y que no presentaba anomalía alguna.
Los tres tenían una misión diferente: Gertrude, mostrar cómo funciona el dispositivo. El que lo había tenido, señalar que es fácil ponerlo y quitarlo sin que deje secuelas. El tercer cerdo, para que todos pudieran comprobar que no deja secuelas.
Gertrude apareció en escena y se movió con normalidad mientras olfateaba y comía. La actividad cerebral asociada a estos movimientos aparecía reflejada en una pantalla a la vista de todos.